Suma 12 goles, por 13 de Messi; registra cinco asistencias de gol por seis del argentino, que cierto entró más tarde en el campeonato por estar lesionado. Pero Benzema no está en ese concurso, que ya tiene cetro. Al final es verdad que los números siempre son importantes. Y es que Benzema compite en ganar títulos. El primero, con la Supercopa de Arabia Saudí.
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Benzema es tendencia positiva. Pide el balón en la zona del todocampista, encara, se asocia, asume responsabilidad y mantiene una relación estable con el gol en la definición. Ayuda a jugar al equipo. Se fue Cristiano y Benzema luce mucho más. Le alumbran los focos. Y ahora mismo, es de los futbolistas que dan identidad a LaLiga. Es una imagen reconocible del torneo. Es uno de los grandes fichajes de Florentino Pérez. Una apuesta personal, incontestable.
Hay futbolistas que mejoran en el Real Madrid. Que no sólo elevan su cotización, sino que mejoran su rendimiento. Benzema es uno de ellos. El Benzema de hoy es infinitamente superior al del Olympique de Lyon. En todos los registros. Logró encontrar su forma, encontró su peso ideal, se hizo más profesional, y lo más importante: su conexión con la ciudad es tan fuerte, que ya ha decidido vivir en Madrid al acabar su carrera deportiva. Ese es el gran paso, su identificación con la ciudad donde pasará el resto de su vida.
Benzema es al abanderado de la primera jornada de LaLiga en el 2020, con la visita del Real Madrid a Getafe este sábado, en víspera de Reyes, y con la ansiedad de ver fútbol de nuevo en España, tras demasiadas vacaciones.
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