“Deportarlos, dejar solos a sus hijos, o deportar a un adolescente, hacer algo que sea tan contrario a nuestros valores más básicos, simplemente no tiene sentido”, agregó Clinton.
La extitular de Exteriores defendió sin embargo al presidente Barack Obama, muy criticado por algunos grupos proinmigrantes por haber marcado un récord en el número de deportaciones durante su mandato, con más de 2 millones de personas expulsadas del país en menos de seis años.
“Tenemos que entender la dificultad en la que se encuentra el presidente Obama, porque hay leyes que le imponen ciertas obligaciones”, subrayó Clinton, que indicó, no obstante, que es necesario solucionar el problema.
“Así que yo estaría muy abierta a tratar de encontrar formas de cambiar la ley, incluso si no podemos conseguir una reforma migratoria integral, para proporcionar más flexibilidad y más capacidad de decisión a la rama Ejecutiva (respecto a las deportaciones)”, aseguró.
Clinton destacó que el ritmo de deportaciones se ha ido “reduciendo” en los últimos meses, en parte porque el Departamento de Seguridad Nacional entiende mejor que “separar a los niños de sus familias no encaja con quienes somos como estadounidenses”.
Subrayó, no obstante, que seguirá defendiendo la aprobación de una reforma migratoria integral.
La entrevista de Clinton se produjo con motivo de la gira de presentación de su libro autobiográfico “Hard Choices” (“Decisiones Difíciles”), vista por muchos como un preludio a su posible candidatura para la presidencia de EE. UU. en el 2016.