“¿Protestáis bajo vuestra palabra de honor ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución, ateniéndose a su texto, cualesquiera que fueran las leyes, decretos, órdenes o resoluciones que la contraríen, prometiendo además el exacto cumplimiento de los deberes que el cargo os imponga por cuya infracción seréis responsable conforme a las leyes?, preguntó Reyes.
“Sí, prometo”, respondió Sánchez Cerén, quien de inmediato recibió la ovación de unos 6.000 asistentes al acto oficial que fue transmitido en cadena de radio y televisión al país, con 6,2 millones de habitantes.
Reyes destacó que Sanchez Cerén fue electo por el pueblo salvadoreño como presidente constitucional de la República para el período comprendido del “primero de junio de 2014 al primero de junio de 2019”.
“Después de largos años de lucha por la justicia y la democracia en mi país, recibo con humildad y profundo respeto la banda presidencial, la recibo con el compromiso de ejercer la presidencia para todos los salvadoreños”, destacó el nuevo mandatario en su discurso.
“Ejerceré la presidencia con honradez, austeridad, eficiencia y transparencia”, prometió.
“Trabajaré incansablemente para alcanzar los grandes acuerdos de nación que nos permita resolver los principales problemas del país y que faciliten la construcción de los cambios estructurales que El Salvador necesita”, sostuvo además.
También fue juramentado como vicepresidente el también excomandante Óscar Ortiz, de 53 años, quien en los últimos años fue el popular alcalde de Santa Tecla, una ciudad vecina a San Salvador.
Sánchez Cerén es el cuarto exguerrillero en llegar al poder en América Latina, después del nicaragüense Daniel Ortega, el uruguayo José Mujica y la brasileña Dilma Rousseff.