“Al conocer el caso nos movilizamos a su casa, en el barrio El Calvario, ya que en anteriores ocasiones les hemos apoyado con algunas donaciones que hace GRI. El niño estaba asustado, triste, decaído y no quería hablar, su corazón latía muy fuerte por lo que había vivido, incluso tiene hinchado el pómulo derecho, pero no recuerda lo que pasó”, comentó Erazo.
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Añadió que trataron de animarlo, pero era difícil, por lo que lo llevaron a la sede de la brigada, a unas ocho cuadras de su vivienda, donde le obsequiaron ropa y víveres, aunque lo que lo animó fue que le devolvieron los Q13 que perdió durante el robo.
“Comenzó a reír y lo primero que hizo fue tomar la leche que le habíamos regalado, fue un momento bastante especial, devolverle la sonrisa al niño”, agregó Erazo, quien agregó que la situación económica del pequeño y su familia es precaria, debido a la falta de oportunidades en la comunidad.
Añadió que el padre del menor, Juan Carlos Pa, viaja a Escuintla para trabajar en cuadrillas y regresa cada cierto tiempo, por lo que la mamá, Victoria Elvira Caal Pacay, es quien se encarga del pequeño y para ganar algo de dinero lava ropa en casas cercanas y vende tortillas.
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El pequeño, quien estudia segundo primaria, lucha junto a su madre por el bienestar de sus tres hermanos de 2, 4 y 6 años, por lo que todos los días comparte su tiempo con la venta de helados y chocobananos.
El niño recibió dos pares de zapatos, cuatro pantalones, un pants y víveres. Para cualquier apoyo para la familia del pequeño llamar al Teléfono 57255061 de la Brigada GRI.
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