EDITORIAL
Se perfila otro proceso atípico
Todo apunta a que el siguiente proceso electoral será uno de los más atípicos de los últimos años y una de las grandes diferencias es que si antes el predominio de la violencia era parte indivisible del proselitismo y las campañas políticas, ahora la justicia ha irrumpido de manera determinante en las decisiones que toman los votantes.
En 2015 se dio una prueba de ello, cuando el Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala desbarataron el gobierno del Partido Patriota, enviando a prisión a sus principales dirigentes, bajo cargos de corrupción, lo que influyó en el ánimo de los votantes, quienes creyeron ver en el actual mandatario y su partido una opción diferente y alejada de la politiquería.
No fue así y hoy el presidente Jimmy Morales enfrenta nuevos señalamientos de corrupción, al no haber reportado importantes aportes financieros a su campaña electoral, lo cual no solo constituye una prueba para el sistema de justicia, sino también para el mismo Congreso, donde muchos ven un manto protector para el mandatario, aunque muchas circunstancias han cambiado.
FCN-Nación, el partido que llevó al mandatario al poder, también enfrenta su propia batalla, pues el Tribunal Supremo Electoral anunció el inicio del proceso de cancelación, lo que tiene a los dirigentes haciendo esfuerzos para revertir esa decisión, lo cual también constituye una prueba para la justicia, aunque podría ser que los esfuerzos resulten infructuosos.
En las últimas horas, los abogados del partido oficial presentaron una nueva acción judicial para evitar su cancelación, a pocos días de que las autoridades electorales cumplan con el periodo de audiencias, pero es claro que los esfuerzos serán inútiles y que solo prolongarán la agonía de una de las agrupaciones más fugaces, pues tampoco parecen tener una buena imagen ante la población, a la luz de la gestión desarrollada.
Lo ocurrido con FCN es algo que se ha venido repitiendo en los últimos años, pues desde diferentes instancias se busca hacer aportes a los partidos mayoritarios, lo cual ya ha dejado una huella imborrable en el quehacer político nacional, como lo pueden atestiguar las desaparecidas agrupaciones Líder y Patriota, que fueron canceladas por causas similares y ahora el partido del Gobierno podría ser el que más rápido alcanzó el poder y su extinción.
Tampoco es el único caso, pues cargos similares enfrentan quienes fungieron como secretarios generales en la anterior elección, quienes también recibieron recursos que no fueron reportados al TSE y por lo cual ahora son investigados, como sucede con la Unidad Nacional de la Esperanza, que también deberá esclarecer las sindicaciones en los tribunales y ante las autoridades electorales.
A todos ellos se une ahora Encuentro por Guatemala, partido liderado por Nineth Montenegro, contra quien el pasado viernes el MP y la Cicig presentaron denuncias de financiamiento ilícito y por lo cual tramitan en el Organismo Judicial que se le levante el derecho de antejuicio, a fin de poder profundizar las investigaciones. Todo ello hace vislumbrar un proceso electoral de los más atípicos de los últimos años y sobre el cual todavía no está dicho todo.