Poco después, el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Quijano, confirmó que el consorcio, liderado por la empresa española Sacyr, había reiniciado las obras el jueves por la tarde.
Aunque se ha dado “un buen reinicio” de los trabajos, “es muy difícil empezar a reanudar las obras en su totalidad donde estaban” antes de la paralización, comentó Quijano.
Héctor Hurtado, representante de Suntracs, sindicato de la construcción en las obras de ampliación, declaró que ayer se reiniciarían las labores con todos los trabajadores.
Puntos calientes
Quijano había anunciado la noche del miércoles que el consorcio se había comprometido a reactivar las obras mientras se elabora “un acuerdo interino”.
“GUPC continúa las negociaciones para llegar a un acuerdo a largo plazo que cumpla con el contrato” y “proporcione la financiación destinada a la culminación del proyecto en el 2015”, señaló el consorcio.
Pero Quijano advirtió de que aún existen puntos de desacuerdo con GUPC, encargado específicamente de la construcción de un tercer juego de esclusas que permitirá el paso de buques con más de 12 mil contenedores, el triple de carga de los que pasan actualmente.
“No podemos decir en estos momentos que al final ese acuerdo se puede dar”, porque “todavía existen muchas áreas donde no estamos de acuerdo y tenemos que ver si podemos acercarnos” , comentó.
Entre los “puntos calientes” están los plazos en los que GUPC debe devolver a la ACP los US$784 millones que le había adelantado para las obras, además de la fecha de entrega de las compuertas de las esclusas, según la ACP.
La administración de la vía había anunciado que tan pronto fueran reiniciadas las obras, remitiría a GUPC US$368 millones para pagar la quincena pendiente a los trabajadores y se haga frente a otras obligaciones con proveedores.
GUPC, formado también por la empresa italiana Salini Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana (Cusa), detuvo los trabajos hace dos semanas, luego de que fracasaran los primeros diálogos con la ACP, que se negó a reconocer sobrecostos de la obra por US$1 mil 600 millones, pero después continuaron las negociaciones.