“Todo surge de la necesidad de tener un ingreso, era muy difícil encontrar un trabajo de tiempo completo, porque tenemos dos hijos con capacidades especiales y ellos necesitan cierto cuidado, conocemos algunas madres a las que no las aceptan con sus hijos y no tienen donde dejarlos”, relató Solares.
Por si no lo vio:
Los padres de Nicolás y Braulio, de 15 años, empezaron su propio negocio porque no sabían qué hacer para ganar dinero, sus hijos se enfermaban constantemente, por lo que era difícil mantener sus empleos.
En el 2013 la pareja decidió empezar el proyecto Donas California. Durante la noche y madrugada preparaban las donas para venderlas al día siguiente. Algo que era una iniciativa se convirtió en un proyecto exitoso que actualmente produce hasta 600 donas al día.
La empresa también les permitió que sus hijos incursionaran en el mercado laboral, ya que ellos tienen atribuciones y son parte de la empresa. “Ellos colaboran en la producción de las donas y han aprendido a trabajar”, dijo Solares.
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“Uno de nuestros sueños era ayudar a otros padres de niños con capacidades diferentes o incluso crear oportunidades laborales para los chicos que, como en el caso de mis hijos, pueden aprender a hacer las donas”, dijo la emprendedora.
El sueño de la pareja se cumplió y actualmente tienen 15 personas entre universitarios y madres de niños con capacidades diferentes a quienes les dan las donas al crédito para que puedan emprender su propio negocio.
“Pueden venderlas en el día o por la noche, pueden ir en compañía de sus hijos o dejarlos al cuidado de alguien más, pero no es mucho tiempo, son solo horas mientras venden. Por la dificultad que tienen estas mujeres para encontrar empleo no tienen un capital para empezar y necesitan los recursos para la alimentación y medicamentos de sus hijos”, explicó Solares.
Al inicio los emprendedores producían cien donas diarias, pero en el 2016 clasificaron con la organización Thriive para recibir maquinaria, sobre todo una mezcladora, equipo del cual pagaron el 90 por ciento con servicio comunitario enseñando a hacer donas y otros productos a personas de la comunidad, principalmente madres de niños con capacidades especiales.
Con esta maquinaria aumentaron su producción y lograron atender pedidos para eventos especiales, proveer del producto al crédito a personas desempleadas y distribuir sus donas en centros educativos y otros lugares.
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