Entre estos se encuentran los estados de Río de Janeiro, Sao Paulo, Minas Gerais, Bahia, Pernambuco y Amazonas, que recibirán juegos de la Copa del Mundo (12 de junio – 13 de julio).
También se paralizarán en los estados de Alagoas, Espírito Santo, Mato Grosso do Sul, Pará, Paraíba, Rondonia, Santa Catarina y Tocantins.
“No hay ambiente de huelga generalizada en Río de Janeiro”, dijo este martes en una rueda de prensa el subsecretario de grandes eventos del estado, Roberto Alzir. “Aun si hay (una paralización), tenemos formas de administrar eso (…), hay planes de contingencia para las huelgas” , añadió.
Al acercarse el Mundial y las elecciones generales de octubre, la situación en Brasil es propicia para el estallido de huelgas sectoriales y protestas sociales.
La Policía militar, responsable del orden público, no tiene previsto por ahora una paralización. La semana pasada una ola de saqueos y destrozos en supermercados sacudió Recife (Pernambuco, noreste) , después de una huelga parcial de la policía regional en esta ciudad sede de la Copa.
La Policía federal -que entre sus funciones tiene el control de pasaportes en las fronteras- anunció por su parte movilizaciones, también el miércoles próximo, por una “reestructuración” del organismo, pero descartó de momento una huelga.
“No queremos perjudicar a la población” con una huelga, dijo Jose Nedel Fagundes, director de estrategia sindical de este cuerpo.
El ministro de Justicia, Jose Eduardo Cardozo, dijo el 30 de abril último que las huelgas policiales “son ilegales e inconstitucionales”, basado en una decisión de la Corte Suprema.
“Organismos armados no pueden legalmente hacer huelga. Por esa razón legal y por no creer que policías que juraron respetar su nación quieran exponer a su país a una situación inaceptable delante del mundo, no creo que hagan paralizaciones en la Copa del Mundo”, indicó, citado por la estatal Agencia Brasil.