Familiares, pobladores, autoridades locales y de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), efectuaron una búsqueda, pero con resultados negativos, por lo que la esperanza de encontrarlo con vida era mínima.
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“La lancha se había soltado por la crecida del río. Salí a rescatarla, logré subirme, pero no encendió y las olas me llevaron mar adentro”, relató.
Según las autoridades, el lanchero fue arrastrado unos 60 kilómetros, hasta que pescadores de Puerto Madero lo auxiliaron y contactaron a la familia.
Angustia y miedo
“Después que fui arrastrado encontré un tronco en el que me mantuve por una hora. Las olas estaban fuertes. Gracias a Dios encontré otro objeto que me permitió mantenerme a flote.” explicó.
Reyes Solís comentó que hubo momentos en los que pensó que iba a morir, porque no había estado mar adentro, donde las olas son más grandes a las que había visto todos los días.
“Clamé a Dios. Nadé por dos horas aproximadamente y luego encontré un tronco donde pude descansar, mis brazos estaban débiles”, detalló.
Agregó: “Tuve miedo de morir, pero le pedí a Dios y dije que se haga tu voluntad; minutos después me soltaron las olas y alcancé otro tronco. Escuché un motor, logré pararme sobre el tronco y con mi camisa empecé a pedir ayuda. Un grupo de pescadores me rescató y me llevó a tierra”, enfatizó.
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Los pescadores llevaron a un lugar seguro a Reyes Solís, quien les dijo que llamaron a su familia para que pudieran ir por él. La noche del martes lograron reunirse y fue trasladado a un centro asistencial, donde se le diagnosticó irritación en la garganta, fiebre y quemaduras por haber estado expuesto al sol.
Franz Kiss Velásquez, delegado de la Conred, refirió que es el primer caso que tiene un final feliz, ya que la mayoría de personas que son arrastradas por los ríos fallecen.
Velásquez reconoció que esta vez el hombre tuvo mucha suerte. “Esto demuestra que es un buen nadador y que se trata de un milagro, porque estar metido por 17 horas en el mar es bastante difícil. Afortunadamente fue encontrado con vida”, indicó.
Familiares, vecinos y amigos en La Blanca, San Marcos, celebraron su regreso con un servicio evangélico y prepararon comida en agradecimiento de que haya aparecido con vida.
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