“En noviembre hay que levantar el puente, cambiar las bases que lo soportan y volver a asentarlo”, indicó el funcionario, aunque dijo desconocer los horarios de los cierres.
No habrá desalojo
Benito indicó que las familias que viven en el asentamiento que se encuentra bajo el puente Belice no serán desalojadas, a excepción de los cuatro sábados de noviembre, donde serán llevadas a un albergue temporal.
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Durante el resto del tiempo que durarán los trabajos, que serán unos ocho meses, quienes residen bajo la estructura podrán habitar en sus viviendas, incluso, afirmó Benito, que se colocará una malla para evitar que alguna parte u objeto pueda caer sobre sus casas.
“No es que la gente vaya a abandonar sus viviendas, sino que cuando se estén realizado los trabajos que representen riesgo van a ser trasladados a los albergues.”, recalcó el titular del CIV.
Añadió que durante los cuatro sábados de noviembre “vamos a necesitar trasladar a la gente todo el día, de lo contrario serán movimientos temporales donde la gente regresará a dormir a sus casas”.
El funcionario dijo que fue una mesa interinstitucional integrada por la Municipalidad de Guatemala, el CIV y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) la que decidió que los cierres fueran los sábados, aunque afirmó desconocer por qué se escogió ese día.
Tiene preparado un plan
El intendente de la Policía Municipal de Transito de la capital, Amílcar Montejo afirmó que la institución está preparada para dar respuesta al manejo de la circulación de vehículos en ese sector, pese a que no han sido notificados de los días y horarios de cierres.
El plan incluye asignación de personal, señalización vertical-horizontal y manejo de vías alternas.
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“Las rutas alternas serían, Barrio San Antonio, Colonia Quinta Ruiz, Colonia Atlántida, conexión de Cuartel Mariscal Zavala a Calzada la Paz”, precisó Montejo. Añadió que de ser necesario se habilitarían carriles reversibles.
Expuso que a diario, unos 60 mil vehículos circulan sobre el puente, incluyendo una gran cantidad de transporte de carga por ser la salida hacia la carretera al Atlántico.
Respecto del Transmetro, Montejo indicó que este servicio tiene mucha demanda y aunque no podría utilizar una vía alterna se tendría que “encontrar la forma de trasladar a los pasajeros”.
Alto riesgo
El puente Belice fue inaugurado en 1958, y desde entonces no ha recibido mantenimiento. Expertos opinan que podría desplomarse y que representa peligro para las 450 familias que viven en el asentamiento Jesús de la Buena Esperanza, según datos del CIV.
La Conred catalogó hace 14 años el lugar como zona de alto riesgo, pero eso no ha detenido la llegada de familias.
Rolando Torres, director del Instituto de Investigaciones de Ingeniería, Matemática y Ciencias Físicas, de la Universidad Mariano Gálvez, expuso en una entrevista reciente que el estado actual del puente es incierto, aunque reconoció que tiene “un margen corto de seguridad”.
Señaló que hace falta un estudio de fatiga, que analizaría cada una de las 770 piezas de acero de la estructura.
La reparación del puente comenzó este lunes y los trabajos están a cargo de la empresa Grupo Muratori, S.A. que se hizo de la adjudicación por un monto de Q45 millones.
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