Montejo añadió que con ayuda de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) interceptaron al sujeto y lo entregaron a un familiar, quienes lo trasladaron a su casa.
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“El vehículo sobre el cual subió no es de su propiedad, sino subió para realizar esa acción dentro del tránsito”, explicó el intendente Montejo.
Poca empatía
En redes sociales, surgieron diversos comentarios que, para Marco Antonio Garavito, director de la Liga Nacional de Higiene Mental, muestran la poca tolerancia y empatía hacia las personas con algún tipo de patología.
“No tenemos una educación orientada hacia la comprensión de las problemáticas de salud mental en el ser humano. Seguimos siendo una sociedad muy atrasada en ese sentido, en donde la vida solo se define por estar sano o estar loco”, dijo Garavito.
“El Estado tiene a la salud mental en un ultimísimo lugar. No hay recursos para la prevención ni educación para la población y hay una comprensión muy baja, muy equivocada, muy prejuiciada sobre el tema de las afectaciones en la salud mental”, subrayó.
Garavito asegura que el tipo de reacciones que causó el sujeto muestran que la sociedad no tiene empatía, tolerancia, ni comprensión de lo que ocurre a todos. “Somos una sociedad con bastantes afectaciones de salud mental, aunque no se expresen de manera patológica”, añadió.
“Este caso es el ejemplo de cómo, por la falta de comprensión y recursos, no se le haya podido dar una atención psiquiátrica o médico sicológica. Es el reflejo de esa precariedad que desde el Estado tiene la salud mental de los guatemaltecos”.
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Cómo abordarlo con los niños
Garavito indicó que la sociedad tiende a pensar que los niños no pueden comprender ese tipo de situaciones, pero aseguró que sí lo hacen si se les explica de la forma adecuada.
“Cuando el adulto toma estos temas de forma jocosa y burlona, le trasladamos a los pequeños una educación sobre esos temas. Eso ocurre con otros temas como la sexualidad, violencia, etc”, resaltó.
“A quienes más afecta es a la familia de las personas con este tipo de patologías, porque hay una actitud de burla, prejuicios y estereotipos que sí tienen una afectación”.
Garavito explicó que en otros países hay esfuerzos para educar y acompañar a familiares de quienes tienen patologías similares y que la idea de internarlos en un hospital casi no existe.
“En otros países se educa a las familias para que puedan sobrellevar esa atención que necesitan las personas afectadas”, finalizó.
