Los científicos encontraron que la bacteria Bacteroides eggerthii era más abundante en niños con obesidad y que, por el contrario, una especie aún no clasificada de la familia bacteriana Christensenellaceae tenía mayor presencia en niños con peso normal.
Aclararon que estos resultados no significan que las bacterias causen o protejan de la obesidad a los niños mexicanos, pero serían una herramienta para indagar si estos organismos inciden o no en el desarrollo de esta problemática.
Blanca Estela López Contreras, investigadora de la Unidad de Genómica de Poblaciones Aplicada a la Salud de UNAM/Inmegen, quien participó en el estudio, dijo que esto también puede servir para generar recomendaciones alimentarias.
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“Desde las cantidades adecuadas para el consumo de fibra, hasta la suplementación con cierto tipo de probióticos y prebióticos”, detalló.
La científica explicó que en el intestino humano habitan entre 1,000 a 100,000 millones de microorganismos que forman la microbiota intestinal y son esenciales para el crecimiento y la nutrición de las personas.
Sin embargo, dijo que se ha encontrado que dependiendo de su composición están asociados con el desarrollo de padecimientos complejos, como la obesidad y los problemas metabólicos.
Pese a estas investigaciones, López señaló que aún no saben cómo estas bacterias influyen en el aumento de peso o la acumulación de grasa, aunque sospechan que algunas bacterias estarían asociadas con una mayor extracción energética de los alimentos, pero no están seguros de cómo es que esto sucede.