“Con los años todo se ha transformado, las calles alrededor de la plaza central (Plaza de la Constitución), donde había muchos árboles, eran diferentes. El parque Enrique Gómez Carrillo (Concordia) era igual, había sombra suficiente y se respiraba aire puro”, recuerda Enrique Posadas, de 67 años.
“Hay cafeterías antiguas en la zona 1, pero el sabor de la comida ha cambiado, no son los mismos cocineros. Yo solía reunirme con amigos, con mi novia”, dice Francisco Guamuch, 75, mientras descansa en la Plaza de la Constitución.
Recuerdos de cines
Quienes pasan de los 60 y 70 años, recuerdan plazas restaurantes y cafeterías de la zona 1, que ya no existen y donde compartieron con seres queridos.
“Donde ahora hay ventas de electrodomésticos en la Sexta Avenida, había cines. A mí me gustaba ir al cine Fox con mi pareja (ya fallecida), me gustaba ver películas mexicanas. Entrar a luneta costaba 30 centavos y galería 15. También iba al cine Abril, ahí pagaba 10 centavos en galería y 15 centavos en luneta, después caminaba con mi novia para su casa”, recuerda Carlos Argueta.
“Iba al cine Lux con mi familia, mirábamos películas de Cantinflas, Pedro Infante. También iba a los Cápitol, al Fox y al Lux”, refiere, Pedro Vásquez.
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“Estaba el cine Bolívar (en la avenida del mismo nombre), el América, Latino, Reforma, Olimpia. Me gustaban las películas mexicanas y las de indios y vaqueros”, dice entre risas, Carlos Ruiz.
Las salas de cine que funcionaron en el Centro Histórico ahora solo conservan la fachada.
Según historiadores, la disminución del público se debió al auge de los televisores.
“Lugares magníficos”
El director del Centro Histórico, Ricardo Rodríguez, dijo que los inmuebles, que en su momento fueron cines, aún son “magníficos lugares con una luz amplia y gran altura, apropiados para hacer un centro cultural”, aunque lamentó que sean edificios privados.
“Algunas de estas instalaciones incluso están en mal estado. El cine Norte ahora es un parqueo que ya no tiene techo. Nuestra oficina está abierta para que los propietarios se acerquen y propongan algún proyecto para darle vida de nuevo a esos lugares”, aseguró.
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En Guatemala las primeras funciones de cine se presentaron en 1896, en el local número 11 del Pasaje Aycinena, con un cinematógrafo inventado por los hermanos Lumière.
Años después, a un costado de la iglesia Santa Rosa, en la 10a. avenida de la zona 1, abrió sus puertas el cine Lumière, contemporáneo del Valenti. Allí se exhibían tandas de siete u ocho películas por función, entre ellas Amor de esclava, Aventuras de un ciclista, Metamorfosis y otras.
Clase alta
Entre 1940 y 1950 ya estaban en funcionamiento los teatros Lux, Palace, Capitol, Variedades y el Rex, donde se exhibió las películas Besos brujos, protagonizada por Libertad Lamarque, y Lo que el viento se llevó.
Tiempo después aparecieron los cines Bolívar, Tropical, Fox, Real, Reforma, donde se reunía la clase alta de la década de 1970, así como el Tikal, Capri, Colón y Norte.
Recuerdos vivos
Algunos restaurantes y bares de antaño permanecen abiertos al público en la zona 1, a pesar de la competencia actual, uno de estos es El Portalito, que funciona en el Portal del Comercio desde 1932, y es uno de los primeros restaurantes bar de esa zona.
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El restaurante de comida oriental Fu Lu Sho, lleva 62 años de funcionamiento en el Paseo la Sexta.
También sobrevive el bar Granada, ubicado en la 1a. calle 4-54 de la zona 1, el cual fue abierto al público desde el 17 de diciembre de 1963.
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