Internacional

Casa Blanca abre vía a naturalizar a 1.8 millones de inmigrantes

La Casa Blanca presentó este jueves un plan para reformar el sistema migratorio que abre la puerta a naturalizar a hasta 1.8 millones de jóvenes inmigrantes soñadores, pero que fue recibido con frialdad por legisladores y entidades sociales.

Varios jóvenes sostienen pancartas que reivindican "Justicia y dignidad para todos los inmigrantes" frente al Congreso de EE.UU.(Foto Prensa Libre:EFE).

Varios jóvenes sostienen pancartas que reivindican "Justicia y dignidad para todos los inmigrantes" frente al Congreso de EE.UU.(Foto Prensa Libre:EFE).

La parte central de la propuesta permitiría otorgar la nacionalidad estadounidense a casi dos millones de sin papeles, pero requiere que el Congreso destine US$25 mil millones para construir un controvertido muro en la frontera con México.
La propuesta beneficiaría fundamentalmente a unos 690 mil jóvenes inmigrantes que llegaron a ese país siendo niños y que desde el 2012 regularizaron su situación gracias al programa Daca, que los protege de ser deportados.
El presidente Donald Trump anunció en septiembre el fin del programa, arrojando a cientos de miles de inmigrantes conocidos como “dreamers” (soñadores) a un limbo jurídico.
La propuesta de la Casa Blanca también pone punto final al tradicional sorteo de visas de residencia (green cards) y recorta drásticamente la “migración en cadena” o reunificación familiar, que queda limitada a cónyuge e hijos menores de edad.

Camino a un estatus legal

La idea del gobierno es “dar estatus legal a los beneficiarios de Daca y a otros inmigrantes que podrían ser elegibles, ajustando el período de aplicación para abarcar a 1,8 millones de individuos aproximadamente”.
Pero al mismo tiempo pide al Congreso US$25 mil millones para el polémico muro, una promesa de campaña de Trump.
Una alta fuente de la Casa Blanca dijo que el país “debe tener las herramientas para detener la inmigración ilegal y la capacidad de sacar a individuos que han ingresado ilegalmente”.
La idea de construir un muro fue una propuesta lanzada por Trump durante la campaña electoral y si bien generó de inmediato tensiones evidentes con México le atrajo los votos del electorado más conservador estadounidense.
La propuesta de la Casa Blanca es la respuesta a las intensas negociaciones en el Congreso para romper el bloqueo que impide aprobar un presupuesto federal para el año fiscal en curso.

Plan “odioso y xenófobo”

El Partido Demócrata bloqueó cualquier tentativa de respaldar un presupuesto federal si no se establece una salida para los “dreamers”.
Desde diciembre pasado, el Congreso sólo logró aprobar presupuestos provisorios. La falta de acuerdo llevó la semana pasada a cerrar durante tres días el gobierno por falta de fondos.

Tras conocerse la propuesta de la Casa Blanca, Lorella Praelli, de la influyente Unión Estadounidense de las Libertades Civiles (ACLU), señaló que el plan de la Casa Blanca era “odioso y xenofóbo” y un “esfuerzo claro de sabotear” las negociaciones en el Congreso.
En tanto, el legislador demócrata Luis Gutiérrez, un activo defensor de los inmigrantes en el Congreso, apuntó en la red Twitter que los US$25 mil millones eran el pago de un “rescate”.
“Sería más barato construir un monumento de concreto de 20 metros con un dedo medio apuntando a América Latina. Sería igualmente ofensivo e igualmente inútil que esa propuesta, y expresaría mejor la desconfianza de Trump hacia los latinos”, añadió.
Otro legislador demócrata, Jerrod Nadler, reclamó que “los ‘Dreamers‘ son mantenidos como rehenes por los republicanos que quieren relacionar cualquier solución con sus políticas extremistas sobre inmigración”.
En tanto, Frank Sharry, del grupo Americas Voice, resumió así la propuesta: “Eliminar la inmigración ilegal. Destruir familias de inmigrantes. Eliminar las visas a la diversidad. Tirar a la basura las leyes de asilo. Aumentar las deportaciones. Construir un muro estúpido”.

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