Salud y Familia

Cómo crear el hábito de la higiene bucal en los niños

Lograr que se los más pequeños del hogar se laven los dientes es un reto que debe afrontarse con paciencia, pero hay algunas recomendaciones que los padres pueden seguir para conseguir su objetivo de forma más sencilla y efectiva.

Utilizar un metrónomo o poner a una canción que dure dos minutos le ayudará a asegurarse que sus hijos cumplan con el tiempo recomendable para el cepillado. Acompáñelos mientras que lo hacen para voverlo una costumbre. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Utilizar un metrónomo o poner a una canción que dure dos minutos le ayudará a asegurarse que sus hijos cumplan con el tiempo recomendable para el cepillado. Acompáñelos mientras que lo hacen para voverlo una costumbre. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Desarrollar buenas prácticas y costumbres en los más pequeños del hogar es un trabajo que conviene iniciar cuanto antes sea posible. Este es un proceso que requiere mucha paciencia y compromiso por parte de los padres pues no suele ser sencillo, y que sus hijos aprendan la importancia de lavarse los dientes –y a hacerlo correctamente- es uno de los retos más grandes.

Claro está, no se trata de una tarea imposible y hay algunas recomendaciones que usted puede seguir para lograr su objetivo:

  • Deles las herramientas adecuadas: comprar un cepillo y pasta que no sea muy mentolada y por consiguiente sea acorde (sin flúor por ejemplo o con la cantidad que recomienda el odontólogo) a su edad es importante. Además, dejarlos elegir el color del cepillo o buscar uno que tenga el diseño de su caricatura favorita podría facilitar que quiera utilizarlo.
  • Recuerde que los niños suelen imitar a los adultos:  Darles un buen ejemplo (tanto los padres como los hermanos mayores) y mostrarles que lavarse los dientes es una actividad que siempre hacen cada vez que terminan de comer los ayudará a que los más pequeños del hogar lo vean como hábito, que forma parte de la rutina. Lavarse los dientes en familia es una buena práctica para introducir al más pequeño en la rutina.
  • Coloque un espejo a la altura del niño: poder verse mientras se cepilla ayudará a que pueda hacerlo mejor.
  • Incentívelos con un premio: por supuesto no nos referimos a un dulce ni a algo similar. Puede ser un sticker, la posibilidad de que él o ella elija el cuento que leerán cada noche u alguna otra cosa que los motive.
  • Utilice una herramienta que los haga saber qué es hora de la limpieza de sus dientes: ya sea con una canción, simulando que su juguete favorito también se lava los dientes u otro elemento que le funcione bien. Eso le ayudará a comprender que el cepillado es una tarea tan importante como vestirse, comer o dormir. Procure hacer de este momento una actividad divertida para que los niños no lo sientan como una imposición y adopten una actitud negativa.
  • ¿Cuándo debe empezar a usar hilo dental para limpiar los dientes de sus hijos?: justo en el momento en que los dientes se juntan. Incluso, puede hacerlo desde antes para que el niño se sienta más cómodo.
Elegir una pasta adecuada para los niños es clave. Busque un sabor agradable (como frutal o de chicle) y evite aquellas que tienen ingredientes blanqueadores o tienen un alto nivel de flúor. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

La odontóloga Rosario Ruiz señala que lo recomendable es dejar que un niño se lave los dientes solo hasta los 5 años de edad. “Muchos sitios de internet podrían sugerir que pueden hacerlo a partir de los 3 años y para los padres seguramente significaría un desahogo, pero es mejor que sigan encargándose los padres de familia hasta que el niño sea mayor. Aún cuando empiece a lavarse por sí solo, será importante que los adultos se aseguren de que lo haga después de cada comida, durante dos minutos y sin dejar una zona sin cepillar”, sugiere.

Asimismo explica que lo más recomendable no es solo ver que los niños sí se laven los dientes, sino hacerles un chequeo para detectar si lo han hecho correctamente. “Quizá esto sea tedioso para los padres e incómodo para los niños, pero dar por sentado que lo han hecho bien es un error. Como es una actividad cotidiana pareciera que es sencilla, pero lavarse los dientes correctamente requiere de una técnica y movimientos específicos que los chicos no pueden reproducir a totalidad. Ignorar esto es abrirle la puerta a problemas como el mal aliento, la acumulación de placa y las caries”.

Ruiz enfatiza en que cuando un niño tiene alrededor de 6 años empiezan a caerse los dientes de leche y comienzan a salir los dientes permanentes, por lo que es importante que en esa edad entienda la importancia de cuidarlos.

Para garantizar que todo esté bajo control, lo mejor es que lleve a sus hijos a consulta con el dentista una vez cada seis meses. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Entonces, ¿cuál es la forma correcta de lavarse los dientes?

Imite el tamaño de un guisante con la pasta, esa es la medida adecuada para lavar los dientes de un niño.

Ruiz explica que debido al tamaño de los dientes, se frotarán de dos en dos las piezas con su cepillo recorriendo desde la raíz ,insistiendo en el punto donde está la encía, hacia abajo, como si estuviera utilizando una escoba. En el caso de los dientes inferiores será el caso contrario: apoyarán el cepillo en la encía y lo deslizarán el hacia arriba. Debe cepillar las superficies interiores y exteriores, además del área que utiliza para masticar.

Por último deberá limpiar la lengua. Quizá esto le resulte muy molesto al niño, pero es un paso importante de la limpieza bucal porque de esta forma de eliminan restos de alimentos y bacterias. Debe colocar el cepillo en la lengua, tan atrás como le sea posible (sin causar náusea) y hacer un movimiento de barrido hacia afuera con las cerdas. El uso de enjuague bucal le dará mejores resultados pero no olvide que debe ser uno apto para la edad de sus hijos.

Finalmente, Ruiz comenta que al momento de revisar que sus hijos se hayan lavado los dientes correctamente no les diga que es porque no lo saben hacer. Decirle a ellos que lo revisen a usted, a modo de juego puede ser una buena técnica para evitar que se resistan. Al momento de revisarlos pídales que junten los dientes y abran la boca para poder examinar las piezas frontales y luego que la abran para ver sus muelas. Intente no tomarlos de la cabeza para que no se sientan incómodos y el proceso sea más sencillo.

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