Comunitario

Recuerdan a Yajaira y Francisco, los montañistas que subieron al cielo

A un año de la tragedia del volcán Acatenango, padres de dos de los fallecidos rinden homenaje a sus hijos.

Yajaira Roldán y Francisco Javier Velásquez descansan a unos pasos, uno del otro, en el cementerio de Antigua Guatemala, Sacatepéquez. En el nicho de Yajaira se lee la cita en latín Non fallit te Deus (Dios no te falla), lema del Colegio Belga. (Foto Prensa Libre: Paulo Raquec)

Yajaira Roldán y Francisco Javier Velásquez descansan a unos pasos, uno del otro, en el cementerio de Antigua Guatemala, Sacatepéquez. En el nicho de Yajaira se lee la cita en latín Non fallit te Deus (Dios no te falla), lema del Colegio Belga. (Foto Prensa Libre: Paulo Raquec)

El frío abrazo del viento recibe a los feligreses del templo de San Bartolomé Becerra, en la aldea del mismo nombre, en    Antigua Guatemala, Sacatepéquez, en la misa de todos los domingos a las 7 de la mañana.


Para los primos Joselyn Yajaira Roldán Velásquez y Francisco Javier Velásquez González esta fue la iglesia de numerosas celebraciones familiares y semanas santas, y  ahora también es el lugar donde se recuerda su memoria un año después del trágico ascenso al volcán Acatenango que les costó la vida, al igual que   otras cuatro personas que buscaron la cima ese día. 

Daniel, de 19 años, hermano de Francisco y uno de los sobrevivientes al ascenso, junto a su padre, subieron ayer el Acatenango para concluir la cima iniciada hace un año.

Las familias de los montañistas compartieron ayer, luego de visitar el cementerio de la ciudad colonial algunos bellos recuerdos de sus seres queridos.

Yajaira vivió los primeros nueve meses de su vida en Antigua Guatemala, a unos pasos  de la iglesia de San Bartolomé Becerra, y su corazón nunca se separó de la ciudad colonial.

Aunque estudió la primaria en la zona 6 capitalina, la educación básica en la Casa Central, zona 1, y el diversificado en el Colegio Belga, con su familia no dejó de visitar cada 15 días a su querido templo.

Desde los 10 años entrenó  atletismo y recibió el sobrenombre de la Conejita, al haber vencido incluso a niñas mayores.
El deporte la acompañó toda la vida, al igual que la disciplina en los estudios y la fe católica. Yajaira, además, participó en la fundación del voluntariado de acercamiento a la vida en las calles, un grupo de jóvenes y adultos que compartía alimentos y sobre todo compañía con personas sin hogar en la capital.

Su primo Francisco superó una enfermedad que lo dejó paralizado a los 17 años, y  le llevó un año aprender a volver a caminar. Poco a poco recuperó su vida para volver a practicar deporte, actividad que hacía  hace un año.

Dramática jornada 

El 8 de enero del 2017, el volcán Acatenango cobró seis víctimas.

  • Joselyn Yajaira Roldán Velásquez,   21 años, estudiante de  la Usac y atleta.
  • Francisco Javier Velásquez González,   23 años,  bachiller  industrial  y perito en Mecánica Automotriz, primo de Yajaira.
  • Lucía Yiré Sánchez Cermeño,   20 años, atleta y estudiante de la Universidad Rafael Landívar.
  • Nimcy Ibania Marroquín, 19 años, estudiante de San Miguel Petapa.
  • Bany Magdiel Marroquín,  35 años, perito contador.
  • Áxel  Carranza Enríquezo,  46 años, médico del IGSS.

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: