SI ME PERMITE

Otro inicio con desafíos para ser diferentes

|

“Más vale la pena en el rostro que la mancha en el corazón”. Miguel de Cervantes

El simple hecho de que esté terminando el año nos invita a una acción de evaluación de lo que hemos vivido y hemos logrado, pero también debemos inmediatamente ver adelante lo que nos espera en el nuevo año, para que lo que no ha sido favorable se pueda evitar y también planificar para alcanzar logros que hasta hoy no hemos podido.

El simple hecho de que el tiempo esté transcurriendo sin tener que hacer nosotros algo para que esto se logre nos tiene que enseñar que nuestra parte es enfocar nuestra mirada en lo que estamos queriendo alcanzar, siempre evaluando nuestra realidad y también la necesidad de un esfuerzo para poder cambiar la realidad que nos rodea.

Cambiar por el simple hecho de cambiar no es ningún logro, porque sin tener que pedirlo nuestro derredor cambia y nosotros también, pero esto debe enmarcarse en diferencias que al poder cambiar nos den un valor agregado, sea este por experiencia adquirida o bien por una mejora que favorezca no simplemente nuestra vida, sino también para los que nos rodean.

A lo largo de la vida que hemos vivido, hemos tenido desafíos, algunos de ellos fueron bien aprovechados y nos han dado ventajas que nos permiten ser lo que somos hoy, pero no podemos negar que algunos de los desafíos que la vida nos puso por delante, por alguna razón no los aprovechamos y por mucho que lo lamentemos hoy, nada podemos arreglar. Por ello esa vivencia nos tiene que instruir para que el próximo año no sea otro donde se desperdicien los desafíos que nos presentará.

Si queremos enfrentar los verdaderos desafíos no debemos mirar hacia atrás, sino visualizarlos al mirar hacia adelante y entender cuáles de ellos son para nosotros y los que son para otros, y dejarlos pasar. Los desafíos que son para uno son aquellos que en la realidad de mi pasado me ofrecen una nueva etapa para progresar y mejorar lo que ya se ha alcanzado.

Es de sabios entender que algunos detalles casi insignificantes pueden hacer la diferencia para el cambio de toda una perspectiva. Esto puede ser una simple corrección de alguna actitud o postura que me limita para avanzar.

Pero es posible que alguna relación que se tiene con algunos sea como un freno para poder superar el círculo vicioso y poder avanzar a los desafíos que están accesibles, pero los otros me están limitando con su actitud, sea esto algo consciente o inconscientemente.

El ser humano en todo su desarrollo en la vida está progresando para dejar atrás lo que ha logrado, para iniciar en algo que presenta retos y desafíos para alcanzar nuevas dimensiones en nuestra vida. Claro está que esto es un elemento en el que siempre uno debe escoger cuál es la alternativa que más nos favorece. Desde la niñez uno ha escogido amigos, estudios y trabajos que le han permitido llegar a donde está.

Inevitablemente, cuando iniciamos la vida, otros son los que escogen para que nosotros hagamos lo que hacemos con un sometimiento casi incuestionable, pero el tiempo llega en el cual nadie opina, sino nosotros escogemos. Puede ser que algunos opinen, pero uno como adulto determina si oírlo o no, y sigue su camino.

Agradeciendo a Dios por la vida que nos da, planifiquemos para que este nuevo año sea para que seamos diferentes y mucho más propositivos.

samuel.berberian@gmail.com

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.

ARCHIVADO EN: