“Nos gusta un equipo agresivo, un equipo fuerte, aguerrido, contragolpeador. Lo que nos llevó a los atléticos a identificarnos con esta gloriosa camiseta”, dijo en su presentación, en el antiguo Vicente Calderón, en diciembre de 2011.
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Esas señas de identidad, y no otras, son las que ha conseguido consolidar durante estos casi ocho años en la entidad rojiblanca, dos finales de la Liga de Campeones perdidas incluidas y un traslado de estadio, del Vicente Calderón al Wanda Metropolitano, transitado con éxito, con los últimos dos títulos tras ese hito.
Convertido en el segundo entrenador de la entidad por número de partidos entre todas las competiciones (434, solo por detrás de los 611 de Luis Aragonés, el ‘Sabio de Hortaleza’), tras el duelo en el Sánchez Pizjuán, Simeone ingresará en un distinguido club: el de los entrenadores con 300 partidos o más en la Liga española.
Una sociedad con menos de 40 miembros en los 90 años de historia de la competición liguera, que también comanda Luis Aragonés (757 duelos dirigidos entre el Atlético, Betis, Barcelona, Espanyol, Sevilla, Valencia, Oviedo y Mallorca) y en la que pocos técnicos han alcanzado las tres centenas solo con un club: entre ellos, el holandés Johan Cruyff, cuyos 300 duelos ligueros con el Barcelona y su ‘Dream Team’ serán igualados el sábado por Simeone.
Sin embargo, no llega el tercer centenario liguero en el mejor momento para el técnico rojiblanco. Su situación no es crítica atendiendo a los números, cuarto en la tabla clasificatoria a dos puntos del líder, el Barcelona, y uno del segundo, el Real Madrid, aunque ambos tienen un partido menos -el ‘Clásico’ aplazado para el 18 de diciembre-, pero es muy mejorable en las sensaciones.
Aunque sus números -cinco victorias, cinco empates y una derrota en once partidos-, son idénticos a los de la temporada pasada a estas alturas, y no tan lejanos de los de hace dos campañas (seis triunfos y cinco empates), la imagen es que este Atlético es, a día de hoy, menos capaz de generar peligro en la portería rival.
Los once goles marcados en las mismas jornadas, a un gol exacto por encuentro, refuerzan esa percepción, aunque también la inscriben en una tendencia decreciente: el curso pasado llevaba 13 tantos en la undécima jornada, y en la campaña anterior marcó 16. La fiabilidad defensiva sí se mantiene: seis goles este curso en Liga, los mismos que el año pasado y el anterior, en esta época.
Son, en cualquier caso, números muy lejanos de los que le hicieron campeón de Liga en el curso 2013-14, especialmente en la parcela ofensiva. En aquella campaña en la jornada 11 era segundo, a un punto del Barcelona, con 10 victorias y una derrota, 28 goles a favor y 8 en contra.
¿Se ha transformado este Atlético de Simeone en un equipo con menos pólvora, 299 partidos después? La plantilla, con Diego Costa, Álvaro Morata y el prometedor mediapunta portugués Joao Félix, no invita a pensar en ello, pero es cierto que solo el luso empezó marcando (lleva tres), en las últimas jornadas se ha animado Morata (tres goles consecutivos, cuatro en total), y el que no consigue enlazar la racha es Diego Costa (dos).
“Morata lleva varios partidos haciendo goles y estamos esperando a Diego Costa que se enganche a esta situación porque lo necesitamos, porque es muy importante para nosotros”, señaló Simeone tras el partido ante el Athletic de Bilbao, con victoria 2-0. Morata volvió a marcar en Vitoria y Costa se fue de vacío pese a ser titular. En Sevilla, el hispanobrasileño apunta a suplente.
Elevar la producción ofensiva sin perder la seguridad atrás será el desafío capital para Simeone en su tercer centenario liguero, más aún ante un rival al que está igualado a puntos (20 cada uno) y ante al que ha tenido situaciones muy diferentes en los últimos años.
Si el curso pasado los dos duelos se resolvieron en empates (1-1), en la temporada 2017-18 el técnico argentino vivió la de cal y la de arena ante los sevillistas: en Liga se impuso en ambos partidos (2-0 en el Wanda, 2-5 en el Pizjuán), pero en la Copa del Rey fue eliminado con un 1-2 en Madrid y un 3-1 en Sevilla.
Pese a todo, en 19 enfrentamientos contra el conjunto hispalense, el Atlético con Simeone ha ganado nueve, empatado siete y solo perdido tres. Las estadísticas avalan al argentino en su partido 300. El desafío será hacer que el equipo recupere el peligro que le ha permitido ganar en 185 de los 299 duelos ligueros anteriores.
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