Afirmó en septiembre último que el tiempo de vida útil de al menos el 84 por ciento de la red vial del país ya había expirado, por lo que era necesario implementar planes de contingencia para paliar esa situación.
El Gobierno debía apostar entonces por la ejecución de un plan con el que se repararían más de seis mil kilómetros de carreteras, con un presupuesto de Q7 mil millones para Comunicaciones.
La falta de esos consensos políticos y sociales, dijo el funcionario, afectan la capacidad de fortalecer y expandir más rápidamente los servicios de salud, educación, seguridad y justicia.
Ante la falta del aval al gasto, el funcionario dijo que desde el Gobierno seguirá trabajando por implementar “medidas más ambiciosas y más agresivas de austeridad en gasto y priorización de inversiones”.
“La falta de aprobación es una mala noticia. Se comunica que los espacios para generar acuerdos en temas tan importantes como lo es la planificación del gasto y las prioridades de inversión pública y de gasto público se alejan y se comunica ese mensaje de falta de entendimiento”, dijo el ministro.
Aparte de la infraestructura vial, estos son otros de los programas más afectados y en los que se estará trabajando “con un plan B”, según Estrada:
- Procesos de expansión y mejora de seguridad y justicia
- Programas de apoyo como la refacción escolar y personal educativo
- Abastecimiento y funcionalidad del sistema de Salud
- El servicio puntual de la deuda pública, “garantes de la credibilidad y estabilidad del país”
El ministro dijo que debido a la falta de consenso, se tenía que buscar la forma de “ser más creativos en buscar herramientas de reactivación económica”, e hizo un llamado a “recuperar la confianza y el diálogo para marchar hacia un país con mejor funcionalidad”.