24 productos continúan vigentes y se incluyeron 10 nuevos, según el siguiente listado:
Productos vigentes en la CBA | Productos nuevos en la CBA |
Crema fresca | Salchichas |
Queso fresco | Hierbas |
Leche pasteurizada | Aguacates |
Leche en polvo | Avena Mosh |
Pollo sin menudos | Carne de cerdo sin hueso |
Hueso con carne de res | Sopas instantáneas |
Huevos | Carne de res sin hueso |
Frijol Negro | Sandía |
Arroz de segunda | Incaparina |
Tortillas de maíz | Piña |
Pan francés | |
Pan dulce | |
Pastas alimenticias | |
Azúcar | |
Aceite corriente | |
Güisquil | |
Tomate | |
Cebolla | |
Papas | |
Bananos | |
Plátanos | |
Café tostado y molido | |
Sal | |
Bebida gaseosa |
Sectores rechazan fijar salario mínimo con base en canasta básica
El sector empleador y trabajador podrían oponerse al uso de la nueva metodología para calcular el costo de la canasta básica alimentaria (CBA) para fijar el salario mínimo para 2018.
Tanto Rigoberto Dueñas, representante de los trabajadores en la Comisión Nacional del Salario (CNS), como Alejandro Ceballos, presidente de la Comisión de Vestuario y Textiles, (Vestex), entidad que también está en esa comisión plantearon ayer algunas dudas.
“Es una maniobra del Gobierno con el sector patronal para tergiversar los costos de la CBA, con tendencia a favorecerlos”, dijo Dueñas al referirse al nuevo cálculo.
Dueñas dice que los sindicatos insistirán en un ajuste que cubra la inflación con la anterior metodología.
Propone otra fórmula
Alejandro Ceballos de Vestex afirma que se quiere tomar el dato de la nueva canasta de alimentos, pero es muy peligroso porque se puede interpretar que un empresario que pagó más por una canasta mal calculada ahora pagará menos y no habrá incremento al trabajador.
Otro escenario, dijo, es que si se hace otro cálculo de la CBA y se dispara tres veces, el trabajador va a demandar ese incremento.
Agregó que el mejor cálculo para definir el salario mínimo 2018 —para el sector que representa— es con base en la fórmula de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esta incluye la tasa de inflación proyectada, el crecimiento económico y el de la población.
Fredy Gómez, subgerente del INE, descartó manipulación en el cálculo de la CBA y aseguró que es técnico. Enfatizó que el resultado de octubre no puede ser comparable con los meses anteriores y que “era necesario” actualizar la CBA después de 22 años.
David Casasola: Actualización era necesaria en el sistema
El analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien) afirmó que la actualización de la CBA que hizo el INE era necesaria en el Sistema Estadístico Nacional.
Aseguró que era un ejercicio que en Guatemala tenía más de 20 años que no se realizaba y que los demás países lo tienen en sus parámetros estadísticos.
El técnico enfatizó que la CBA es un agregado de consumo, que tiene como objetivo representar los patrones de consumo en promedio, y es lo que se refleja en el resultado de octubre.
En el ajuste que hizo el INE se consideraron los miembros que integran una familia —4.77—, el consumo calórico por miembro del hogar —dos mil 262—, así como la actualización de 34 productos de consumo en los hogares, que se eliminaron dos y se incluyeron 10.
“Estos son los ajustes que explica en la nueva metodología, porque bajó la CBA en octubre”, añadió.
Casasola dijo que, como técnicos, están pendientes de que el INE dé a conocer la metodología para registrar precios. Es decir, ¿cuáles son los precios mayoristas, minoristas y para el consumidor final?
Añadió que han percibido diferencias en los precios al mayorista que recoge la Dirección de Planeación del Ministerio de Agricultura respecto de los que recoge el INE, que son al consumidor, pero que existen diferencias en la división de alimentos.
Guido Rodas: Resultado es más político que técnico
El exgerente del INE y economista independiente opina que los resultados de la CBA en octubre no tienen un sustento técnico y responden más a factores políticos, por la discusión del salario mínimo.
Añadió que para hacer el cambio de la CBA era necesario efectuar una Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos Familiares (Enigfam) y que la metodología que empleó el INE fue con base en consumo calórico de los hogares, que también es válida.
Las canastas básicas se derivan de los resultados de la Enigfam, que determinan el número de veces que se compran los productos en los hogares, sobre ello los precios y luego la ponderación por divisiones.
Lo que correspondía ahora era hacer una nueva Enigfam y no añadir artículos.
Rodas explicó que otro punto es la validación de los resultados por organismos internacionales.
Recordó que en la CBA anterior hubo un acompañamiento del Fondo Monetario Internacional y de otros países.
Rodas explicó que el último índice de precios al consumidor (IPC) que se realizó fue en el 2010 —año base para el cálculo de la inflación—, por lo que en el caso de la CBA debían esperarse al menos tres años.
Añadió que se tenía que hacer un empalme de la nueva CBA respecto de la anterior metodología.
“Desde el punto de vista político-económico se estaba hablando en reiteradas ocasiones de que el salario mínimo debía equipararse al costo de la canasta básica, y en Guatemala están por debajo de ese costo”, aseguró.
Lo que Rodas sugiere es que el INE convoque al sector académico y haga un análisis para que se exponga la metodología, para darle el visto bueno, porque no había urgencia de hacer un cambio.
Se consideró no cambiar canasta
Abel Cruz Calderón, viceministro de Economía cuando se efectuó la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos Familiares (Enigfam) en 2009-2010, recordó que no se hizo el cambio de la CBA, por considerar que no había modificaciones sustanciales en los resultados de esa época.
En esa ocasión explicó que el INE detectó un nuevo patrón de consumo en los hogares. Sin embargo, la gerencia de ese momento consideró que no implicaba una variación de los 26 productos que constituían la canasta básica, la cual dejó de emplearse en septiembre último.
Explicó que la CBA se sustenta en una ingesta de dos mil 200 calorías, que fue el dato que proporcionó el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (Incap).
“La gerencia del INE en ese entonces no se sentía con la capacidad de poder generar una nueva canasta porque no se tenían los insumos de esa ingesta calórica. Asumo que ahora, con la nueva propuesta, el estudio se sustenta en una ingesta que incluye nuevos productos”, agregó.
En todo caso, señaló, era necesario actualizar la nueva CBA, ya que en países como Guatemala se recomienda una periodicidad en la sustitución.
La vía para actualizar la CBA es una Enigfam, que se recomienda actualizar cada 10 años, y que sea una institución ajena al INE la que establezca la canasta, pero debe dársele el seguimiento al costo.
Sobre la baja del costo de la canasta en octubre pasado, Cruz Calderón dijo que hay nuevos productos, con 34, y ya no el seguimiento a 26, por la sustitución de otros.
En general, afirmó, lo que se hizo fue un dato más fino, y lo que tiene que hacer ahora el INE es recalcular la canasta hacia atrás; es decir, desde 2010, con los nuevos productos que se incluyeron ahora para tener la nueva.
Fredy Gómez: Es el reflejo del patrón de consumo
El subgerente del INE, afirmó que los resultados de octubre son el reflejo de un promedio del patrón de consumo en los hogares.
El consumidor, por sus gastos y hábitos de consumo, debe ver reflejado lo que en promedio se ha proyectado como cálculo de compras.
El dato de octubre, dijo, se recoge no de un grupo en particular o sector en especial, sino que es un promedio a escala nacional.
“En una tienda de barrio encontramos los 34 productos que integran la nueva CBA en mayor o menor disposición, y en consecuencia es una actualización en los hábitos de consumo”, subrayó.
Recordó que el INE tomó como base los hábitos de consumo en los hogares reflejados en la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), que determinaron los bienes de la CBA y sus gastos.
“La nueva canasta es el puro reflejo que el consumidor nos proporcionó al levantar la Encovi”, destacó.
Al preguntarle si esta es la canasta real, Gómez afirmó que técnicamente es el resultado que los consumidores proporcionaron al momento de hacer la Encovi.
Hay canastas normativas de lo que podía ser, pero en los últimos 22 años se realizaron tres estudios de actualización de CBA y se basan en lo que efectivamente es el gasto en los hogares.
“Después de 22 años, la nueva canasta tiene otro impacto, y si se hubieran tenido los recursos, la CBA se hubiera actualizado cada cinco años”, subrayó.
Gómez dijo que si se hubieran hecho las actualizaciones en su momento no se darían las discusiones que se están reflejando ahora con la publicación del primer resultado del costo en octubre.