Ciudades

Familias antigüeñas producen abono y reforestan cerro en Sacatepéquez

Un grupo de jóvenes de la Colonia El Manchén de la Antigua Guatemala, Sacatepéquez, involucró a 11 familias para separar sus desechos orgánicos y producir abono natural con el fin de reforestar el cerro del mismo nombre con árboles originarios y reducir el Eucalipto que ha producido un impacto negativo a la montaña.

Jorge Castillo muestra el abono orgánico y la tierra acidificada del cerro por la plantación de eucaliptos.(Foto Prensa Libre: Julio Sicán)

Jorge Castillo muestra el abono orgánico y la tierra acidificada del cerro por la plantación de eucaliptos.(Foto Prensa Libre: Julio Sicán)

La justificación de la iniciativa se debe a que en 1960 la comuna antigüeña llevó a cabo una reforestación del cerro con árboles de Eucalipto, una especie ajena a la zona que acidifica el suelo por el tipo de su raíz y que no permite que otras especies crezcan en su entorno porque necesita de muchos nutrientes y mucha agua, explicó, Jorge Castillo, uno de sus promotores.

La iniciativa comenzó en abril último con la recopilación de más de 4 mil 500 libras de material orgánico que producen 11 familias que aceptaron participar en el proyecto de manera voluntaria.

Los desechos orgánicos se recogen dos veces por semana y se trasladan a un centro de acopio para que los jóvenes los lleven a un espacio del cerro donde son procesados con una capa de material vegetal de base y luego cubierto por tierra para que en dos semanas obtengan dicho producto.

El abono es guardado en costales y distribuido por los pilones sembrados en los espacios abiertos de la montaña de eucaliptos.

Julio Mendoza, otro integrante del grupo, aseguró que la reforestación del cerro será a largo plazo mientras el ciprés, el pino y otras especies crecen alimentados con el abono orgánico que produce nitrógeno, fósforo, calcio y potasio, entre otros elementos,  que son vitales para los árboles que crecen en el entorno de los eucaliptos.

“Las autoridades municipales de esa época no hicieron un estudio del impacto que causaría la reforestación con una especie que no es propia de la zona porque necesita muchos nutrientes y mucha agua”, enfatizó Mendoza. Además, ese abono lo usan los vecinos para sus macetas y jardines, agregó.

Conciencia verde

A finales del 2016 se llevaron a cabo unas presentaciones de cine verde con contenido ecológico para concientizar a la comunidad del proyecto que iban a realizar, lo que permitió que los vecinos obtuvieran información general del proyecto, seguido de asambleas comunitarias y un concierto con músicos de la Antigua y Sumpango que amenizaron la primera reforestación.

Kevin Mejía, un miembro del grupo, dijo que de las 109 casas que tiene la colonia solo 11 familias participan en la recolección de los desechos orgánicos pero que con el tiempo el número puede ir en aumento, además están tratando de eliminar el uso de las bolsas plásticas.

“Lo que queremos es que la gente tenga una conciencia verde y que esta iniciativa se replique en otras comunidades para que ganemos todos y salvemos nuestra casa común, el planeta”, argumentó Mendoza.

Jóvenes

Jorge Castillo es un trabajador que dedica los fines de semana al proyecto y cuenta que la iniciativa fue de Gabriel Paniagua, estudiante de Gestión Ambiental y apoyado por Julio Mendoza, estudiante de agronomía en recursos renovables, ambos estudiantes de la Usac.

Al grupo fundador se sumaron más tarde, Mauro Asturias, Óscar Rodríguez, Daniel Santos y otros jóvenes que participan de forma esporádica.

Mendoza, explicó que promueven el concepto de conciencia verde que trata de rescatar la situación de deterioro del planeta producto de la contaminación, cambio climático, efecto invernadero y calentamiento global.

“La gente debe saber que existe un desarrollo sostenible, comunitario y de forma natural que ayudará a las futuras generaciones a vivir en un planeta agradable para todos”, enfatizó.

Los jóvenes aseguran que en el país no existen plantas de reciclaje porque se ha confundido el concepto de reciclar con el de reutilizar los materiales. Reciclar es volver el objeto a su materia original. Por ejemplo, una botella plástica se puede usar para maceteros o bebederos de animales y otras funciones, pero el material no vuelve a su estado primario, por tanto no es reciclar, dicen.

“Creemos que la gente reutiliza los materiales pero no los vuelve a su materia original”, aseguró Castillo.

La iniciativa no cuenta aún con un nombre que la identifique, pero sus creadores están seguros que se trata de una iniciativa ambiental de convertir los desechos orgánicos en abono natural para abonar el cerro y jardines de la colonia.

Historia

El cerro El Manchén es un espacio de una hectárea que pertenece al cerro de la Cruz, propiedad municipal, donde hace 50 años se fundó la colonia ubicada en la parte lateral del cerro, camino a San Felipe de Jesús al final de la 6ª avenida norte de la ciudad colonial.

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