Cuenta que conforme pasaban los años el negocio dejó de ser rentable, pues el precio del hierro disminuyó, por lo que junto a su familia decidió comprar y recolectar latas para luego venderlas por quintal.
“Visitamos tiendas, viviendas y basureros, donde recolectamos latas y en ocasiones material reciclable. Estamos felices con este negocio porque además de agenciarnos de fondos también contribuimos a cuidar el medioambiente”, comentó.
Doña Nohemí como le llaman sus clientes, asegura que invierte Q350 por semana para comprar latas, las cuales pagan a Q2.50 la libra.
“Llegamos a juntar hasta dos quintales por semana y lo vendemos a los recolectores de Chichicastenango. Ganamos casi Q60 por quintal, además vendemos la chatarra que acumulamos en la casa”, explicó.
Manifestó que si tuviera más capital podría incrementar su negocio, pero en los bancos el interés es muy alto y sería imposible que lo pudiera pagar.
Superación
La vida para doña Nohemi no ha sido fácil, pues ha tenido que superar no solo la muerte de su esposo sino también enfermedades.
“Después de quedar viuda, el Tribunal de Familia me otorgó la tutela de mis nietos de 8 y 12 años, pues mi hija fracasó con su matrimonio y le quitaron a los niños. Además, apoyo a mi nuera, quien se divorció de mi hijo”, comentó.
Marta Josefina Pacheco Ventura, nuera de Vielman, dijo que ambas salen a recorrer tiendas y viviendas en busca de latas y chatarra.
Comentó que cada vez la competencia es más fuerte, por eso todos los días buscan lugares diferentes para recolectar las latas.
“En el área urbana de Chiché ya no recolectamos porque ahora los tenderos también guardan las latas para venderlas”, expresó Pacheco quien añadió que también se dedica a lavar ropa ajena para ayudar en la economía familiar.
Doña Nohemí dijo que algunos vecinos le han dicho que su vivienda parece basurero, pero no es así, pues siempre trata de tener las latas y la chatarra, cobre y plástico ordenadas.
“Los niños ayudan a clasificar y empacar las latas en la casa, pues no los llevamos a buscar latas, porque quiero que estudien y logren su sueño de ser unos profesionales. Trabajaré en esto hasta que Dios lo permita”, señaló.