The St. Paul Pioneer Press reportó el martes que la familia está pidiendo una compensación no determinada “por encima de los US$50 mil” por los daños causados.
En un comunicado, el hospital reafirmó el lunes su disculpa, diciendo que estaba trabajando con el abogado de la familia y está abierto a una solución razonable.
Hernández, de Texas, dio a luz a un bebé prematuro, mortinato llamado José en abril del 2013. Ella luego aceptó la oferta del hospital para incinerar los restos de su niño, pero en vez de esto, su cadáver apareció dos semanas después en una lavandería comercial.