Un grupo de expertos en medioambiente hace hace un estudio en el departamento en el cual señala que ríos, zonas boscosas y el aire siguen siendo contaminados en varios municipios y las autoridades no buscan soluciones al problema a lo que se suman malas prácticas de vecinos que tiran la basura en cualquier lugar.
Rony Mazariegos, ambientalista, dijo que el río Samalá —por ejemplo—, que recorre varios municipios del norte y sur de Quetzaltenango, es utilizado para tirar desechos, lo que causa alto nivel de contaminación.
Explicó que zonas boscosas son usadas por pobladores para quemar basura, lo que causa contaminación del aire, y algunas comunas permiten basureros clandestinos.
“Pese a la lucha contra el cambio climático sigue evidenciándose la contaminación en varios puntos. Las autoridades municipales no han tomado acciones serias y la población sigue sin asumir su responsabilidad de no contaminar más y esto repercute en el cambio climático”, explicó.
Mazariegos dijo que desde el 2011, cuando el Programa Regional de Reducción de la Vulnerabilidad y Degradación Ambiental presentó su informe reflejaba que el río Samalá era el más contaminado en Centroamérica; sin embargo, no se hace nada para reducir el problema.
“El río está contaminado porque todo lo que desemboca ahí no tiene tratamiento, y lo hemos visto con la contaminación por parte de algunas tenerías en Zunil y personas que tiran la basura en el río.
Flor Recinos, ambientalista que recaba información sobre el alto nivel de contaminación en los bosques, dijo que la flora y fauna están en peligro, ya que muchas comunidades han creado basureros clandestinos ante la falta de un tren de aseo de las municipalidades.
Wilmin Morales, alcalde de Palestina de los Altos, dijo que su municipio tiene una planta de tratamiento de desechos desde el 2013; sin embargo, algunos vecinos no colaboran con depositar la basura en su lugar.
Se trató de conocer la postura del personal del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, pero no respondieron a las llamadas telefónicas.
