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Cabildos en Bolivia: ¿tiembla Evo Morales?

La masiva convocatoria del cabildo en Santa Cruz despertó el apetito de la oposición boliviana, que llamó a nuevas manifestaciones. La cercanía de las elecciones hace de estas muestras de fuerza un elemento relevante.

La elocuencia de las cifras deja escaso margen a la especulación. Más de un millón de personas se reunieron el viernes 4 de octubre en Santa Cruz para poner sobre la mesa una serie de demandas ciudadanas. Bajo el liderazgo del Comité Cívico cruceño, los convocados presentaron propuestas en distintos ámbitos, desde la ecología (acabar con el desmonte y la explotación de la Amazonía y la Chiquitanía) hasta la política (respetar los resultados del referéndum de febrero de 2016 que dijo no a la repostulación de Evo Morales y dar curso al federalismo). El éxito de la instancia abrió los apetitos en otras regiones.

Para este jueves (10.10.2019), La Paz y Cochabamba aspiran a replicar, aunque sea en parte, el impacto generado en la región más acaudalada del país. En el caso de La Paz, el llamado es liderado por Waldo Albarracín, rector de la Universidad Mayor de San Andrés y líder del Comité Nacional de Defensa de la Democracia, Conade. “Lo que queremos es darle la oportunidad a la sociedad civil para que pueda expresar su indignación ante la situación crítica que vive el país, donde hay un gobierno que ha reducido la democracia a su mínima expresión”, dice Albarracín a DW.

La visión del académico es rotunda: “En los hechos, ya vivimos bajo una dictadura, porque el gobierno de Evo Morales controla todo. No hay independencia de poderes, hay un Parlamento, una Justicia y hasta un órgano electoral subordinados al gobierno”. Desde su perspectiva, los incendios en la Chiquitanía exacerbaron el malestar ciudadano, aunque las demandas exceden el mero interés ecológico: lo que quieren los convocantes es que quede claro que existe una masa que condena a Evo Morales y a Álvaro García Linera por no haber respetado el referéndum. “Son candidatos inconstitucionales, su presencia en las elecciones vicia de nulidad las mismas”, dice Albarracín.

La importancia de los cabildos

El politólogo Jorge Dulon explica a DW que los cabildos no son instancias meramente simbólicas, sino que tienen un efecto normativo amparado en la ley. “Hay que definirlos como un mecanismo de participación ciudadana que está normado, son un mecanismo legítimo y legal, cuyas resoluciones deben ser tomadas en cuentan por el gobierno central o las autoridades emplazadas”, señala el experto. En el caso del cabildo de Santa Cruz, sin embargo, el gobierno ha justificado su reticencia a tomarlo en serio por un tecnicismo. “Dijeron que como no hubo ninguna autoridad del Tribunal Supremo Electoral no se pueden considerar legales sus resoluciones, o sea, no vale porque no se han cumplido todas las condiciones”, explica Dulon.

De cualquier modo, el politólogo hace una diferencia entre el cabildo de Santa Cruz y el convocado en La Paz. “Este último tiene más que ver con la defensa de la democracia, es más político. Lo que busca es reivindicar la defensa del voto del 21 de febrero de 2016 y se va a reforzar el discurso de que Morales y García son candidatos ilegítimos. Como estamos a muy poco de las elecciones, es muy probable que se reivindique el voto útil a favor de Carlos Mesa, que es el único que le puede ganar a Evo Morales. Y esa idea está empezando a trascender”, asegura Dulon.

Albarracín intenta no ser tan concreto. “Si un movimiento menciona el nombre de algún opositor, puede perder credibilidad. Evidentemente todos deseamos que Evo Morales ya no esté de gobernante, pero eso no significa que hipotequemos la independencia de nuestro movimiento”. Sin embargo, reconoce un matiz, pues si bien su movimiento tuvo problemas con Carlos Mesa cuando éste gobernó Bolivia, “la diferencia es que ahora Evo Morales está en el poder y lo que hay es una dictadura atroz”.

Temor en el gobierno

En febrero de 2016, el 51,3 por ciento de los bolivianos dijo “no” a una modificación constitucional para que Morales pudiera repostular a la presidencia. Tras varios procesos legales, finalmente el mandatario pudo poner su nombre en la papeleta que recibirán los ciudadanos el próximo 20 de octubre. Si entonces la voluntad popular no tuvo peso, ¿por qué habría de tenerla ahora? Albarracín responde: “Es probable que Evo Morales siga desconociendo la voluntad del pueblo, pero eso no significa que debamos bajar los brazos. En algún momento, todo lo que está haciendo va a exacerbar tanto la indignación ciudadana que el mismo Morales va a terminar acortando su mandato. Alguna vez dijo ‘si el pueblo me dice no, yo me voy a mi casa, no postulo’. Bueno, el pueblo le dijo no y él se burló de ese resultado. Como ve, tenemos razones para seguir luchando”.

Dulon asegura que la fuerza que han tomado estas movilizaciones preocupa al gobierno, especialmente porque las elecciones están a la vuelta de la esquina. “Morales no ha subido en respaldo, está entre el 33 y el 35 por ciento, que es su voto duro, y estas movilizaciones lo único que pueden hacer es bajar ese caudal. Ya estaban golpeados por el impacto internacional de los incendios en la Chiquitanía, y ahora estas manifestaciones terminan de golpearlos y de poner en riesgo, en serio riesgo diría yo, la reelección de Morales”.

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