Agregó que con esas dificultades se trunca el deseo de muchos jóvenes de ser profesionales. Además, comentó que quienes cursan los básicos también encuentran problemas en las siguientes etapas, debido a que muchas comunidades de este departamento son afectadas por la pobreza y pobreza extrema y la mayoría debe trabajar para contribuir en el sustento del hogar.
Comentó que con la Ley de la Juventud que se discute en el Congreso habrían avances significativos para ese sector, pues luego se daría paso a un proyecto de reforma del Código Municipal en busca de que las comunas asignen el 2% de su presupuesto para atender a ese sector de la población.
En Sololá hay más de 168 mil jóvenes, y el 80% (unos 134 mil) vive en pobreza extrema, con lo que se vulnera el derecho a la educación. Además, las fuentes de trabajo son escasas, señaló García.
Jairo Buch, coordinador de Kaji’ B’atz, agregó que la juventud exige espacio y acceso a la educación, incluso universitaria; sin embargo, debido a que ese aspecto se ve limitado, las migraciones internas y hacia Estados Unidos van en aumento.
Otros sectores exigen a las autoridades que se fortalezca el tema de educación en Sololá, pues muchos jóvenes con falta de oportunidades optan por integrar pandillas.