Esas estudiantes, hombres y mujeres que el jueves tomaron la Rectoría, habrán tenido de seis a diez años de edad cuando la AEU inició su deterioro. La lucha inició hace dos años, desde que pidieron al Consejo Superior Universitario que desconociera a la Comisión Transitoria de la AEU enquistada en el poder. Al final de la tarde de ese jueves consiguieron que el CSU reconociera las elecciones a junta directiva de la AEU que se desarrollan ayer, hoy y mañana en la Usac.

Hace 17 años que la Usac carece de representantes estudiantiles. Desde el 2000, la fuerza fue debilitada debido a una AEU inútil y corrupta, apoyada por una Rectoría también corrupta que se alió a los partidos políticos tradicionales y probadamente criminales, como el FRG.

Tal como sucede a nivel nacional, esa AEU se mantuvo, desgraciadamente, porque en periodos electorales acarreó a estudiantes en buses, los cuales se vendieron por un plato, en un ambiente festivo y de inconciencia.

Para informarse sobre lo acontecido en esos 17 años, le recomiendo la lectura del documento, en línea: “De Oliverio a Isla de Gilligan. Cómo fue cooptada la AEU”, publicado en Centro de Medios Independientes. Sabrá por qué es factible hablar de una cooptación de la AEU; por qué es importante que se lleven a cabo las elecciones y encontrará motivos para comprender que ese problema, universitario, es de incumbencia nacional.

Cortar 17 años de mafia ha sido harto difícil y arrancó gracias a una nueva generación política de estudiantes universitarias, hombres y mujeres organizados en la entidad #USAC Es Pueblo. Ahora que ya el estudiantado tomó el edificio de la Rectoría, consiguió que el CSU desconociera a la Comisión Transitoria y hay votaciones, me animo a provocar al sancarlista: en primer lugar, que se informe sobre las planillas disponibles y ejerza su voto. Yo descartaría, para empezar, a las planillas afines a lo mismo, a la corrupción. Estas son fácilmente identificables por sus respuestas en los foros; puede verlas en la web. Desecharía, de tajo, planillas que postulen a cuarentones. En segundo lugar, que los nuevos dirigentes de la AEU que resulten electos respondan al compromiso adquirido. Ciertamente, recogerán el cadáver de la Asociación, pero, de eso se trata. Como AEU podrán denunciar a los microsistemas de corrupción que incluyen la probable venta de armas y drogas dentro de la Usac; fiscalizar a las autoridades, especialmente al CSU; impulsar evaluaciones efectivas a los docentes para que sus puestos no dependan como parásitos según su arraigo al poder; evidenciar su postura en favor de los intereses estudiantiles; proponer mejoras a las condiciones de estudio, en todo sentido, y ser la voz del estudiante y de la población en los conflictos nacionales.

Eso y más se espera porque grande es el compromiso histórico de la AEU “Oliverio Castañeda de León”. Si en la planilla que resultare electa hubiera algún estudiante que pretenda dar seguimiento a la corrupción, más le valdría renunciar porque tarde o temprano sus acciones serán puestas en evidencia. Para llegar a este momento histórico se ha invertido mucho esfuerzo, bastante coraje. Los estudiantes han corrido grandes riesgos. Que ningún cafre se anime a destruir lo andado.

Finalmente, es imprescindible que este proceso de recuperación de la AEU sea acompañado por acciones del Ministerio Público: que revise lo actuado por la anterior AEU, por el CSU y la Comisión Transitoria; que investigue, también, a las asociaciones y personas particulares que hayan amenazado a los estudiantes que provocaron este cambio.

@juanlemus9