En la actualidad, las tabletas se distribuyen en seis países y negocian su entrada a otros seis, además de que próximamente podrían ensamblarse en Guatemala.
“Estamos organizándonos para montar una fábrica de tablet en el Campus Tec —en Cuatro Grados Norte, zona 4 capitalina—, con el objetivo de atender el mercado nacional y regional, ya que de esa forma acortaremos tiempos de entrega, respuestas más efectivas, y sobre todo, generaremos plazas de trabajo”, indicó González.
La planta de producción de Molvu se ubica en la ciudad de Shénzhen, al sur de la provincia de Cantón, en China, y localizada a una hora de camino de Hong Kong, donde estratégicamente están instalados proveedores de materia prima como pantallas, baterías, cables, plástico, aluminio, bolsas, pintura, entre otros.
Al referirse a esto, González recordó que instalar una empresa en el país asiático no es solo comprar, fabricar y vender, sino que se necesita de guan xi —buena relación— con los proveedores, autoridades y empleados.
Cuestión de estrategia
Instalar una ensambladora en Guatemala supone una decisión estratégica para Molvu en cuestiones de logística, ya que según González, permitiría reducir el tiempo de envío de los dispositivos hacia la región, que hasta ahora puede tardar 10 días o más en hacerse desde China.
“Campus Tec es una plataforma para desarrollar proyectos, ya que ayuda en relaciones públicas, asistencia técnica y la transferencia de tecnología; por eso, aunque en Guatemala particularmente haya un sector educativo que requiere de tecnología y queramos cubrirlo, desde aquí visualizamos un mercado global”, dijo González.
Molvu produce en la actualidad 10 mil tabletas al mes, aunque tiene capacidad para fabricar hasta 20 mil. Los dispositivos se distribuyen por ahora en Colombia, Venezuela, Perú, Panamá, Costa Rica y Guatemala.
La empresa se encuentra en negociación con socios comerciales para llevar la marca a Chile, Bolivia, México, Estados Unidos, Hong Kong y Singapur este año, mientras que para el 2014 esperan incursionar en el mercado local de China.
Adicionalmente, Molvu produce tabletas bajo otras marcas para países como India y Brasil.
De acuerdo con sus estimaciones, Molvu planea una inversión inicial de unos US$75 mil para una primera fase de la planta de ensamblaje en Guatemala, que incluye infraestructura y materia prima para producir un primer lote de mil tabletas.
El empresario señala que el objetivo es que la planta en el país llegue a producir entre tres mil y cinco mil tabletas por mes en el corto plazo.
Personeros del Campus Tec de Guatemala, confirman que se encuentran avanzadas las coordinaciones para instalar en el país una ensambladora de Molvu Electronics.
apuesta por la educación
En un contexto donde la competencia entre dispositivos móviles cada vez es más fuerte, Molvu tiene claro su mercado: “el empresario que busca portabilidad a un precio razonable; el universitario y el estudiante que busca una herramienta que le apoye con sus actividades de estudio”.
Una muestra de esa determinación fue la reciente puesta en marcha de un proyecto por parte de la Fundación Rose en alianza con Molvu, para integrar la tableta a su programa de enseñanza aprendizaje en los niveles básico y diversificado en dos colegios que administra en Patzicía y Chimaltenango cabecera, con fines de reforzamiento de la lectoescritura.
María Isabel Quezada, directora del Proyecto Virtual de la Fundación Rose, dijo que optaron por Molvu por sus características técnicas, que van desde las dimensiones de la pantalla, su soporte sobre el sistema operativo Android, que permite una mayor eficiencia en la entrega de contenidos —400 mil libros integran la biblioteca de lectura creada por la fundación—, y la versatilidad del dispositivo en su manejo, hasta su portabilidad y conectividad.
