Thelma Chuc de la fundación Cedro, dijo que han trabajado bien con las organizaciones comunitarias pero se han topado con varios problemas, el primero el machismo, debido a que muchos hombres no permiten que sus esposas participen en estos grupos.
“Argumentan que solo van a perder el tiempo y que la mujer tiene que estar en su casa para cocinar los alimentos y cuidar la familia”, aseveró.
Agregó que muchas mujeres preguntan primero cuánto les van a pagar y si les van a dar alimentos o láminas a cambio de reunirse, mientras que los hombres cuestionan si se les dará algún proyecto comunitario como un camino vecinal o la construcción de un salón.
“Todas las mujeres recuerdan los programas estatales como Mi Familia Progresa o el Bono Seguro, es difícil que se acepte un programa educativo que es voluntario sin ninguna remuneración” dijo Chuc.
Desarrollo
A pesar de eso, Chuc aseveró que los resultados en más de un año de trabajo son alentadores ya que mil 200 niños han mejorado su desarrollo en estos cinco municipios de Quiché
Petronila Chitic, una de las madres guías del grupo, dijo que es difícil luchar con el machismo.
“Los hombres dicen que solo vamos a perder el tiempo, que ellos pueden hacer todo o dicen que somos unas cualquieras, además las mujeres al finalizar la primera reunión dicen que si les vamos a dar alimentos o algo a cambio, y al informarles que es un programa educativo muchas no regresan”, lamentó Chitic.
Uno de los programas consiste en reunir a 15 madres de familia para realizar actividades educativas en temas como estimulación temprana y oportuna en niños menores de 2 años, después se les evalúa semestralmente en cuanto a lenguaje y área cognitiva, que determinan el desarrollo de un infante.
Marta Tzalam , dijo que a través de estas capacitaciones han visto el beneficio en sus hijos.
“Jugamos con los niños y al mismo tiempo aprendemos nosotras la forma adecuada de incentivar su desarrollo, nos reunimos con grupos de mujeres de ocho a 15 integrantes, ha sido una experiencia muy buena”, manifestó.