Guatemala es uno de los países de Latinoamérica con una bendición exponencial, especialmente por sus bellos bosques. Sin embargo, sabemos que el 20% de la deforestación e incendios forestales son los causantes de la variabilidad climática, pues estos almacenan y secuestran carbono y contribuyen a reducir el calentamiento global.

Si una de las amenazas está en los incendios por la pérdida de cobertura forestal y biodiversidad, entonces ¿qué estamos haciendo para mitigar esta situación?

En el año 2001 se creó el Sistema Nacional para la Prevención y Combate de Incendios Forestales (Sipecif). Los grandes incendios forestales que ocurrieron en Petén en 1998, que devoraron miles de hectáreas, fueron la gran alerta que dio paso a la formación del Sipecif. Este Sistema fue creado para coordinar las actividades de prevención y control de incendios forestales junto a otras instituciones gubernamentales, incluyendo al Ejército.

Guatemala podría dejar de llamarse “Lugar de Bosques” si se da por concluido el Sipecif, pues no habrá quién vele por evitar los incendios que devorarán nuestros bosques sin control. Pero cabe mencionar que hay un acuerdo gubernativo 63-2001 que sustenta la coordinación que ejerce este Sistema, y junto al Convenio Marco de Cambio Climático (CCC) y los Mecanismos de Desarrollo, entre otros, debemos cumplir con los mandatos constitucionales y los compromisos adquiridos en Convenios Internacionales firmados por el país.

En otras palabras, el Estado de Guatemala no puede hacer “borrón y cuenta nueva” de convenios ya pactados que garantizan la integridad, resguardo y protección de nuestros recursos naturales. Derogar un acuerdo tan importante como este es un flagelo a nivel mundial. Recordemos que somos ejemplo en el mundo al contar con un sistema como este. Además, no solo estaríamos lacerando nuestras relaciones con Instituciones del Ejecutivo, sino también nuestras relaciones con países cooperantes, pues dicha acción evidencia una marcada debilidad ante el mundo.

Aprovecho para dar un merecido reconocimiento al Conap, por llevar la presidencia del Sipecif, ya que se ha visto un gran esfuerzo al proteger los ecosistemas del país.

Cuando los incendios forestales vuelvan a surgir en diferentes regiones del país, como decía el Chapulín Colorado, “¿Quién podrá defendernos?” Si al Sipecif lo hacen desaparecer y esta brasa es trasladada a la Conred, estaríamos retrocediendo 20 años, puesto que esta institución no atiende con especialidad las áreas protegidas ni la biodiversidad, ni tiene un mandato legal para la prevención y/o implementación de planes para la recuperación de las áreas afectadas por incendios forestales. A mi modo de ver, no hay nadie que sustituya al Sipecif y asuma sus responsabilidades. Podríamos llegar a una catástrofe nacional tipo hecatombe.

Es urgente atender las causales de la ingobernabilidad, ya que la gran mayoría de los incendios son provocados por el crimen organizado (ej. invasiones y cambio de uso de suelo para fines oscuros). Con más incendios sin control habrá más daños irreversibles a los ecosistemas y a su biodiversidad. No debemos permitir estas atrocidades. El Sipecif debiera convertirse en un ente ejecutor con autonomía que sea regido por una ley específica para cumplir con sus funciones en todo el territorio nacional y con un presupuesto idóneo.

Por lo tanto, hago un llamado al presidente Jimmy Morales, ¡para que analice la situación a tiempo! Pido a la sociedad civil que se manifieste a través de las redes sociales. ¿Ud. qué piensa? Escríbanos en FB sus comentarios.