“Tuve un momento de dificultad esta mañana, tuve una reunión con (el técnico) Fabio (Pecchia) y dije que quería dejarlo. Pero doy las gracias a la voluntad del director deportivo (Fabio Fusco) y del presidente (Maurizio Setti), que me dijeron que tenía que ganar esta apuesta”, explicó Cassano.
“Esta mañana tuve un bajón y estaba fallando, pero quiero seguir con este reto y estoy convencido de que triunfaré” , agregó.
El delantero italiano, con su habitual espontaneidad, dijo que su inicial decisión de retirarse fue tomada “sin pensar” y opinó que terminaría siendo “una gilipollez enorme”, incluso “más grande” que las que hizo “en el pasado” .
Cassano admitió además que en estos días sufrió por estar lejos de su familia y agradeció a la directiva del Verona por haber invitado a su mujer e hijos esta mañana en el centro deportivo del club, para que le ayudaran a reflexionar.
“Me había acostumbrado a estar en casa, con mi familia, mis hijos. El milagro lo hizo el director deportivo y el presidente, invitaron a mi familia aquí a pesar de que esté prohibido. Quiero demostrar que esta apuesta la ganaré yo, puedo hacer una súper temporada”, afirmó.
“No tengo problemas en decir que me equivoqué. Si la gente se sintió mal, pido disculpas. Es difícil que yo pida perdón, pero esa gente nos siguió hasta nuestra concentración y se lo merece”, dijo.
El delantero se mostró además convencido de que su relación con los aficionados se arreglará completamente en cuanto haga “un par de jugadas” .
Cassano salió en rueda de prensa acompañado por el director deportivo, Fusco, quien consideró que el futbolista dio “una prueba de coraje y honestidad” al comparecer públicamente para admitir su error.