“Lo que sucede en este departamento es alarmante porque los campesinos queman los bosques con la intensión de utilizar los arboles muertos por el fuego como leña y carbón, esto origina que cuando llegamos a apagar un fuego, no han pasado ni 10 minutos de que los bomberos forestales se han retirado del área y el fuego vuelve a ser encendido, sin que nosotros podamos hacer nada”, dijo Cabrera.
Agregó que el año pasado, los bomberos fueron recibidos a balazos en un sector de la cabecera, y les gritaban que no apagaran el fuego o de lo contrario morirían baleados.
Las bosques más afectadas son los de la cabecera y de los municipios San Pedro Pinula, San Carlos Alzatate y San Luis Jilotepeque. En estos lugares se han quemado bosques en donde había arboles de entre 50 y 100 años, indicó.
En Jalapa han ocurrido más de 500 incendios forestales en los últimos cuatro años, los cuales han devastado varios miles de miles de hectáreas de bosque.