La Confederaciones entra en su última semana. El miércoles, Portugal y Chile jugarán en Kazán la primera semifinal y el jueves en Sochi se enfrentarán México y Alemania. La gran final se disputará el domingo en San Petersburgo.
Es un cartel de primer nivel para un torneo que había perdido brillo por la ausencia de las principales estrellas del planeta, con excepción de jugadores como Cristiano Ronaldo, Arturo Vidal, Alexis Sánchez o Javier Chicharito Hernández. Pero al fin de cuentas, los campeones de Europa, Sudamérica, Centro y Norteamérica y la campeona del mundo lucharán por el título.
Resurge
Para lograr el billete Chile sufrió este domingo más de lo esperado. Tuvo que remar a contracorriente en Moscú tras el gol australiano de James Troisi, quien con una picadita batió a Claudio Bravo (42).
Por fin el arquero y capitán, pieza clave en el equipo bicampeón de la Copa América (2015 y 2016), se recuperó de sus problemas musculares y pudo ser titular.
“Tiene una ascendencia muy grande sobre sus compañeros. Es un referente en los futbolístico y en lo humano”, dijo el seleccionador Juan Antonio Pizzi sobre su regreso.
Un gol más dejaba a Chile fuera del torneo y Martín Rodríguez se convirtió en el salvador de su equipo al lograr el empate (68).
En Sochi, Alemania conquistó la primera plaza del grupo B, que le sirve para quedarse en la ciudad balneario y disponer de un día más de descanso, al derrotar en la segunda parte al campeón de África.
Los tantos alemanes los marcaron Kerem Demirbay (48), en su debut en un partido oficial con la Mannschaft, y Timo Werner (66 y 81), que inauguró con un doblete su cuenta como artillero de la campeona del mundo.
Werner se convierte en el tercer jugador que alcanza los dos goles en la Confederaciones, tras su compañero Lars Stindl, sin minutos este domingo, y la gran estrella Cristiano Ronaldo.
El gol del honor camerunés lo logró Vincent Aboubakar (78).