De acuerdo con MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, ‘el hígado ayuda a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar las toxinas’. Según la Clínica Mayo, también se trata del órgano interno más grande del cuerpo y está ubicado en la parte superior derecha del abdomen, ‘debajo del diafragma y encima del estómago’, específicamente.
Por ello, al sentir dolor en esa área y estar fatigado, es probable que sea señal de alguna enfermedad del hígado, así que no dude en consultar de inmediato con un médico especialista. Sin embargo, cuando se trata de hígado graso, se habla, generalmente, de una enfermedad silenciosa; así que no espere a que su cuerpo le indique las señales, o podría ser demasiado tarde.
¿Qué es el hígado graso?
De forma muy resumida, esta enfermedad consiste en la acumulación de grasa en el hígado, lo cual provoca daño en sus células. Pero, en realidad, consiste en algo mucho más complejo. De acuerdo con Ortiz, hay dos tipos de hígado graso: el alcohólico y el no alcohólico.
El primero, como lo dice su nombre, se debe al alto consumo de alcohol. De acuerdo con MedlinePlus, al consumirlo, el hígado lo descompone en su mayor parte para que sea eliminado del cuerpo, sin embargo, ‘el proceso de descomposición genera sustancias dañinas al hígado, provocando inflamación y debilitando las defensas naturales del cuerpo’.
En otras palabras, dice Ortiz, ‘el cuerpo se encarga de sacar el alcohol y las moléculas resultantes hacen que el paciente active otras vías de metabolismo y acumule grasa, y el alcohol volverse tóxico’. Asimismo, explica que esta es la principal causa de cirrosis ‘que es la cicatriz del hígado por lesión de grasa acumulado y radicales libres de oxígeno que destruyen la célula hepática’.
Para que esto se desarrolle, son propensas las personas que consumen alcohol en grandes cantidades. ‘Asumimos que, si un paciente (hombre) consume más de 30g de alcohol por día, tiene la posibilidad de desarrollar un hígado graso. En el caso de las mujeres, es de 20g por día’, explica Ortiz.
El segundo caso, el hígado graso no alcohólico, no está relacionado con el consumo de alcohol. Es decir, los pacientes que lo padecen no consumen o consumen muy poco alcohol. Las principales causas de esta enfermedad, o los factores de riesgo, están relacionados principalmente con la obesidad, la diabetes o enfermedades que acumulan potencialmente grasa como el hipotiroidismo, dice Ortiz.
Esto se debe a que ‘se acumula mucha grasa, los lugares donde el paciente almacena grasa están saturados. Por lo tanto, la grasa es un riesgo para que el hígado se inflame’, explica el gastroenterólogo.
Según MedlinePlus, dentro del hígado graso no alcohólico, hay dos tipos: el hígado graso simple, que es cuando hay poca inflamación y no hay daños en las células del hígado, por lo que no hay mayores complicaciones; y la esteatosis hepática o no alcohólica, que es cuando hay inflamación y daños en las células del hígado. ‘La inflamación y el daño de las células pueden causar fibrosis o cicatrización del hígado. Esto puede causar cirrosis o cáncer de hígado’.
¿Cómo saber si tengo hígado graso?
Recuerde que el hígado graso es una enfermedad silenciosa y es raro que presente síntomas, a menos que el órgano esté inflamado y manifieste dolor en la parte superior derecha del abdomen. Así que debe tener en mente los factores de riesgo mencionados: el alto consumo de alcohol y los malos hábitos alimenticios que podrían relacionarse con la acumulación de grasa, así como algunas enfermedades.
Para diagnosticar la enfermedad, dice Ortiz, se hace por medio de un ultrasonido de hígado. ‘La intensidad del sonido en las glándulas hepáticas nos dice si es grave, leve o moderado. Luego se busca determinar el tipo (alcohólico o no alcohólico) y evidenciar si el paciente tiene otro factor de riesgo metabólico’, explica.
Para ello, se revisa los niveles de colesterol y triglicéridos, que son un perfil de lípidos, añade. De igual forma, se revisan los antecedentes familiares: ‘si existen problemas diabéticos, de sobrepeso o enfermedades metabólicas’. Esto debe ser con especialistas.
¿Cómo prevenir y tratar el hígado graso?
Para prevenir esta enfermedad, debe evitar el consumo excesivo de alcohol y el sobrepeso. ‘Preocúpese por su condición física, tenga una dieta balanceada e incluya la ingesta de frutas y verduras. El consumo de comida chatarra produce el incremento de los índices de prevalencia de hígado graso’, expresa Ortiz.
En caso de ya padecer esta enfermedad, lo principal es bajar de peso y disminuir el consumo de grasa. ‘Hay pacientes que tienen un Índice de Masa Corporal (IMC) muy alto; hay quienes tienen sobrepeso, obesidad de grado 1, 2, 3, y hasta obesidad mórbida’, enfatiza el médico. ‘El sobrepeso es una pandemia. Evite la comida chatarra y el consumo de azúcares simples’, aconseja Ortiz.
Finalmente, la recomendación al paciente es que baje, por lo menos, un 10% de su peso actual para determinar si tiene o no hígado graso, dice Ortiz. Asimismo, la vitamina E tiene un efecto beneficioso en la salud, pues funciona como mecanismo antioxidante.
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