“Después de una temporada difícil para él, ha alcanzado su mejor nivel y está siendo decisivo, sobre todo en estos últimos partidos de Liga, y ojalá no le tengamos que dar mucho trabajo, pero las que tenga, ojalá que siga rindiendo a ese nivel porque es un extraordinario portero, para mí de los mejores del mundo”, añadió el capitán blanco.
Sergio Ramos consideró que el papel de favoritos es una etiqueta que les pone el público, pero “las estadísticas no ganan partidos y no vamos a ir sacando pecho por ser los últimos campeones de la Copa de Europa, empezamos de cero”.
“Sabemos que va a ser un partido muy duro contra un grandísimo rival y por encima del respeto que se tiene hay que dejarse el alma para intentar ganar” una nueva Liga de Campeones, dijo Sergio Ramos, famoso por meter goles salvadores a última hora.
“En estas últimas finales he tenido la suerte de marcar goles decisivos, si el sábado toca de nuevo, sería un placer vivir esa sensación única, pero lo importante es conseguir ser campeón de nuevo”, consideró.
“Estar en tres finales en cuatro años es una locura, que hay que valorar y cuando ganas mucho mejor”, insistió el capitán merengue, que advirtió de la dificultad del rival del sábado.
Partido duro
“Tiene un grupo muy bueno con gente joven y gente con experiencia, con carrileros que desbordan constantemente como Alves, Dybala, el Pipa (Higuaín) que todo lo que tocaba este año la enchufaba, una defensa muy sólida, con pocos espacios, va a ser un partido duro”, dijo.
“Pero sabemos también de nuestras armas, a balón parado les podemos hacer daño y vamos a intentar hacer todo lo posible para intentar abrir el marcador”, afirmó Ramos, que asegura no estar obsesionado con el Balón de Oro.
“Si hubiera querido tener premios individuales hubiera jugado al tenis, pero es verdad que a nadie le amarga un dulce y si tuviera la suerte de estar entre los tres nominados al Balón de oro, sería un premio al trabajo y al esfuerzo que he dedicado en este deporte”, concluyó.