Brennan, quien fue director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense entre 2013 y enero de este año, explicó que él fue uno de los primeros funcionarios de EE. UU. en advertir a Moscú sobre sus actividades, y les instó a cejar en su empeño de afectar los comicios.
El exdirector de la CIA discutió el asunto con Alexander Bortnikov, jefe del servicio de seguridad FSB de Rusia, quien dijo que comunicaría las inquietudes de Brennan al presidente ruso, Vladimir Putin.
“Debe quedar claro a todo el mundo que Rusia interfirió descaradamente en el proceso electoral presidencial de 2016 y que llevaron a cabo esas actividades pese a nuestras fuertes quejas y advertencias explícitas de que no lo hicieran”, afirmó.
“Los rusos trataron de sobornar a individuos”, dijo Brennan, quien señaló que, al abandonar su cargo, tenía serias dudas sobre si los rusos habían sido capaces o no de involucrar a miembros de la campaña de Trump en sus actividades.
Ante el Comité de Inteligencia de la Cámara baja, en una audiencia pública para abordar la investigación rusa, Brennan aseguró estar “preocupado por el número de contactos que los rusos habían hecho con personas estadounidenses” en los meses previos a las elecciones.
Brennan rechazó tener pruebas directas sobre la posible colusión del equipo del multimillonario con los funcionarios rusos, pero insistió en que había indicios suficientes “para seguir investigando” al respecto, información que compartió con el FBI y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para actuar de forma apropiada.
Las agencias de inteligencia estadounidenses han concluido que Rusia interfirió en las elecciones, pero está por dilucidar si dichas actividades las realizaron de manera coordinada con el equipo de campaña del magnate.
Trump despidió hace dos semanas al entonces director del FBI, James Comey, quien lideraba la investigación sobre el asunto, una medida que se ha interpretado como un intento del magnate de frenar las pesquisas.