Su beba nació el 28 de diciembre, con un peso de 2 libras y 5 onzas. Su madre no podía amamantarla, debido a que debía tomar medicamentos para nivelar la presión arterial. Además, Valentina tuvo otras complicaciones, por lo que se le proveyó alimentación artificial hasta que estuviera estable.
Los médicos recomendaron buscar donadoras de leche materna. Por medio de su esposo contactó a Rebeca Rodríguez, quien el 1 de diciembre del 2015 dio a luz a Xavier André. Aceptó de inmediato. “Dígame qué tengo que hacer para donar mi leche”, le dijo.
Después de una serie de exámenes, comenzó a extraerse leche. Rodríguez recuerda que le decía a Xavier André: “Toma de este pecho, porque la lechita del otro es de Valentina”.
Congelaba el alimento en bolsitas, que en un principio eran entregadas al hospital para que se la dieran a la bebé, que poco a poco iba mejorando. Cuando salió del hospital, el 11 de febrero, ese valioso alimento llegó a la casa de la familia Ortiz Soto durante 8 meses. Así, fue alimentada Valentina con leche materna hasta el noveno mes, con lo que se cumplió con los 6 meses exclusivos con ese alimento.
Valentina también recibió la donación de leche de Gabriela Bohem, Paola de Hurtado y Paola Rodríguez, quienes también habían tenido a sus bebés en diciembre.
“Soy nutricionista y mamá, y sabía que tenía que ayudar a Brenda. Imaginaba la angustia por la que estaba pasando.
Había que lograr que la bebé saliera adelante. Dios me dio la oportunidad de que Valentina fuera ‘mi bebita de leche’. La mejor satisfacción es verla sana y corriendo”, dice Rodríguez.
“Es difícil pasar por esta emergencia, pero Dios nos mandó ángeles para seguir adelante. Nos dio la prueba y también la salida. Estoy contenta de que Valentina esté muy bien”, expresa De Ortiz. “Estoy agradecida porque no solo le donaron leche a mi bebé, sino le dieron vida”, añade.
“Yo he querido predicar con el ejemplo. Hay madres con alta producción de leche y no se la extraen; es mejor donarla a los bancos de leche, porque así se le está dando el alimento más preciado a bebés que tienen complicaciones o cuyas madres murieron en el parto”, indica Rodríguez.
Brenda y Rebeca se conocieron personalmente hasta los 3 meses de vida de Valentina. Su unión se ha fortalecido en este tiempo.
Gran donadora
La pediatra Nancy Pinillos fue elegida donadora estrella del Banco de Leche del Hospital General San Juan de Dios.
Ella ha proporcionado gran cantidad de leche desde que nació su hijo, en octubre del 2016. “Fui haciendo mi banco de leche en casa; tenía buena producción. Empecé a traer la que me sobraba. Era mejor donarla para que no se desperdiciara”, dice.
Cómo donar
- Se puede donar en cualquiera de los 11 bancos de leche del país, pero hay que seguir estas pautas:
- Lavarse bien las manos con abundante agua y jabón antes de extraerse la leche.
- Secarse las manos con limpiador o toalla limpia.
- Tener uñas cortas, el pelo recogido y no usar accesorios en las manos.
- El lugar donde se extraiga la leche debe estar libre de polvo, animales o cualquier otro contaminante.
- Los recipientes deben ser frascos estériles proporcionados por el banco de leche, o recolectados en casa, pero deben hervirse por 15 minutos, secados boca abajo.
- Al terminar la extracción, guardar el frasco en el congelador del refrigerador.
- Llevarla al banco de leche en una hielera con suficiente hielo, no después de 15 días después de la extracción.
- Se le hace a la donadora na entrevista y exámenes de VIH y hepatitis.
Es esencial
Cuando el recién nacido es separado de su madre por alguna complicación o prematuridad y ella no puede amamantarlo, el banco de leche le provee el alimento óptimo para su desarrollo.
La leche materna donada pasa por estrictos controles de calidad y seguridad para destruir bacterias y virus que pudiera contener, explica Sindy Rivera, coordinadora del Banco de Leche Humana del Hospital General San Juan de Dios.
El proceso de preparación puede durar seis horas. Este incluye inspección visual de limpieza de la leche recién extraída y varios análisis microbiológicos.
Luego, pasa por un proceso de pasteurización para eliminar 100% de bacterias y se conserva congelada hasta que pueda ser distribuida.
Este banco de leche recolecta al día entre un litro y medio y dos litros de leche materna, unos 60 al mes, pero su demanda es de 150 mensuales.
Todas las mujeres que estén amamantando y tengan el deseo de hacerlo pueden ayudar a salvar vidas de bebés enfermos o con requerimientos especiales.
“Los bebés prematuros o con complicaciones que son alimentados con leche materna tienen menos riesgo de enterocolitis necrosante —muerte del tejido intestinal—, la toleran mejor que la leche de fórmula y aumentan más rápido de peso”, indica la médica Eva Rosales, del Área de Neonatos del referido nosocomio.
“La donación de leche es la diferencia entre la vida y la muerte de bebés prematuros, puesto que tienen mayores posibilidades de sobrevivir. Este alimento les provee de alta cantidad de defensas, ayuda a madurar su aparato digestivo y al desarrollo cerebral y visual”, indica la médica Maritza Cabrera, directora de la Liga de la Leche Guatemala.
“Donar leche debería ser tan común como donar sangre. No solo ayuda a bebés prematuros, sino a que se recuperen más rápido de su enfermedad niños pequeños”, añade.
Aunque las madres donen siempre tendrán suficiente alimento para amamantar a su hijo, puesto que la estimulación aumenta la producción.
Beneficios
La leche materna protege al bebé contra infecciones y enfermedades. Actúa como laxante natural y garantiza un mejor crecimiento, desarrollo e inteligencia del niño. Por su rico contenido de inmunoglobulinas, protege al bebé de alergias, enfermedades de la piel, desnutrición, obesidad y otras enfermedades durante toda su vida.
A la madre le ayuda a disminuir la anemia y mortalidad materna, riesgo de cáncer de ovario y seno, fortalece el vínculo afectivo y no le representa ningún costo.
Se recomienda dar lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida y continuar hasta los 2 años.