La caída se debe sobre todo al ciclo bienal negativo de esta variedad, “a pesar de las buenas condiciones climáticas en las zonas de producción de Minas Gerais”, principal estado productor de la variedad, con 25.4 millones de sacos.
“El arábica padece más que el robusta la influencia del ciclo bienal”, señaló la Conab en un informe emitido el jueves.
La producción de café robusta (22% del total) debería en cambio registrar un alza de 26.9% en relación al ciclo precedente, alcanzado 10.1 millones de sacos, según las previsiones.
“Esta alza es debida al aumento de la productividad en los estados de Espirito Santo, Bahía y Rondonia, en razón de una mayor utilización de la tecnología del café ‘clonal’ (una variedad genéticamente modificada), de mayores inversiones en las plantaciones y de buenas condiciones climáticas”, subraya la compañía.
La productividad promedio prevista para las dos variedades debería retroceder 7.5%, a 24 mil 35 sacos por hectárea.
La productividad del café arábica debería situarse en 24.07 sacos por hectárea y la del robusta en 25,41 sacos.