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Sobrevivientes de percances en moto relatan su drama

Caminar, hablar y sostener un cubierto son tan solo algunas de las actividades que muchos de los sobrevivieron a accidentes en moto no pueden ejecutar, por lo que algunos de ellos hacen recomendaciones para evitar tragedias.

Los accidentes en moto han dejado a varios lesionados de por vida.(Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los accidentes en moto han dejado a varios lesionados de por vida.(Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Las lágrimas son parte de la vida de la familia de los afectados, al ver el estado de salud de quien antes fue trabajador, deportista y buen padre, pero ahora padece las secuelas del accidente.

De ocho pacientes nuevos que casi a diario son referidos a rehabilitación en el Hospital San Juan de Dios,cuatro han quedado lesionados en accidentes de moto y necesitarán semanas, o meses, de tratamiento físico para intentar recuperar la movilidad de sus extremidades, explica la médica Claudia Morales.

De igual forma, médicos terapistas del Hospital de Rehabilitación del Instituto Guatemalteco de Seguridad  Social, en  Pamplona, zona 13, aseguran que los pacientes lesionados por accidentes en moto se han incrementado en 10% en los últimos dos años.

Problemas para hablar

Con las terapias intensivas los médicos han logrado que Enoc Zarceño, de 21 años, pueda decir algunas palabras y mover sus manos, pero aún es incierto hasta dónde llegará su recuperación y si podrá levantarse de la silla de ruedas.

Enoc Sarceño, recibe rehabilitación en el Seguro Social.(Prensa Libre: Álvaro Interiano)

Una tarde de septiembre del 2016, Zarceño regresaba a su vivienda después de una jornada de trabajo como repartidor de comida rápida. Al circular por la  zona 6 capitalina, un peatón se le atravesó y por esquivarlo perdió el control de la moto. Su cráneo, a falta de un casco protector, llevó la peor parte, pues impactó en el asfalto y pasó varios días en el intensivo.

Zarceño tiene esposa y un bebé de tres meses que lo visitan de forma constante en el hospital donde permanece internado por padecer daños neurológicos. A pesar de su estado de salud, Zarceño sonríe con las enfermeras que lo atienden a diario.

Perdió su trabajo

Kevin Guerra tiene 28 años. A finales del 2016 sufrió un accidente en moto en Escuintla que lo dejó sin caminar y con problemas para hablar, debido a un trauma craneoencefálico que sufrió.

Kevin Guerra, tiene dificultades para hablar debido a un golpe en el cráneo.(Prensa Libre: José  Patzán)

Por varias semanas,Guerra tuvo que movilizarse en silla de ruedas.Con dificultad cuenta que trabajaba como mecánico y que tiene un hijo de tres meses, al que le es difícil cuidar debido a que perdió la fuerza en sus brazos y por ahora no puede trabajar. Su madre le ayuda y rompe en llanto cuando narra lo dificil que ha sido para ella ver que su hijo tiene problemas para vivir.

Guerra ahora está más tranquilo, pues sus terapias se han reducido a un día por semana y ha empezado a caminar.
Meses atrás, la desesperación se apoderó de él, ya que reside en Escuintla y su familia tenía dificultades para llegar a visitarlo al hospital del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social donde estaba internado.

“Me intenté parar, pero no pude”

“La esperanza no se pierde. La vida sigue, se vale soñar”, son frases que durante la entrevista expresó Oliver Díaz Morales, de 18 años, a pesar de que permanece inmóvil en una cama del hospital de rehabilitación del Seguro Social, en Pamplona  zona 13.

Antes del 12 de septiembre del 2016, cuando ocurrió el accidente, Oliver solía correr, conducir bicicleta de montaña y jugar en equipos de fútbol.

Oliver Díaz quedó parapléjico por el accidente.(Prensa Libre: Álvaro Interiano)

Por ahora sus sueños se han detenido y tanto enfermeras como familiares lo movilizan en una silla de ruedas.
La vida del joven cambió en segundos, en la zona 4 de Mixco, cuando lo atropelló un bus escolar que era utilizado como ruletero.

“En el último semáforo del bulevar El Naranjo me paré a la par de una camioneta, cuando el semáforo me dio verde salí y me puse en medio del carril, fue cuando la camioneta me pasó llevando porque yo lo rebasé. Vi como pasé  por debajo del bus. En ese momento no perdí la consciencia, pero no sentía dolor y todavía me vi los brazos en cruz sobre mi pecho. Desde ese momento no sentí mi cuerpo, me intenté parar, pero ya no pude”, cuenta.

Oliver había manejado moto desde los 15 años. Cuando ocurrió el accidente tenía cinco días de haber comenzado a trabajar en un restaurante como ayudante de lavado.

En su narración reconoce que había aumentado la velocidad para rebasar al bus y considera que  el casco evitó que se golpeara la cabeza cuando cayó.

Los médicos indican que el daño fue en la médula espinal. Por ahora la vida de Oliver se paralizó, aunque quiere continuar sus estudios de nivel básico que suspendió años atrás.

A pesar de haber dejado a un lado los pasatiempos ha superado la depresión y momentos de ira acompañados de mucho llanto, dicen los médicos.

Con las terapias intensivas que recibe en el hospital, el joven aprendió a utilizar la boca para pintar y mueve los dedos de su mano derecha para ver su teléfono.

“No anden rápido, lo he visto con mis amigos y no les da chance de frenar.  Usen casco protector, rodilleras, guantes y sean prudentes, no anden loqueando. Yo manejaba carro y vi cómo los motoristas se le meten a uno y no piensan en las consecuencias que deja un accidente”, advierte.

Oliver vive en Ciudad Quetzal, San Juan Sacatepéquez. Cuando se accidentó, hacía los trámites para inscribirse en un curso de natación.
  

“Es como un bebé”

Gerber Emanuel Chajón Pérez, de 21 años, perdió la vista luego de un accidente en moto. El choque también lo dejó tres meses en coma y cuando despertó no caminaba.

Gerber Emanuel Chajón Pérez, de 21 años, perdió la vista en el accidente.(Prensa Libre:Esbin García)

El 17 de julio del 2016, Chajón se conducía por el Anillo Periférico, zona 7, cuando fue arrollado por un taxi, cuyo conductor aún enfrenta proceso y no se ha determinado quién tuvo la culpa.

Además de haber perdido la vista, también convulsiona y sus pensamientos quedaron confundidos, debido a que perdió masa encefálica. Al hablar del accidente dice que observó cuando la gente lo ayudaba y que habló con la Policía, lo cual, según sus familiares, no es cierto, ya que fue localizado inconsciente y no llevaba casco.

“Él es como un bebé, tengo que darle de comer y llevarlo al sanitario”, comentó la madre.

“El casco me salvó la vida”

“Pasé 16 días en el intensivo, cuando reaccioné me dijeron que en esos días abría los ojos como si estuviera consciente y miraba a mi alrededor, pero no recuerdo nada de eso”, cuenta Juan Luis Jiménez, de 22, años, aún con el lado derecho de su cuerpo adormecido y la mano derecha sin mayor movimiento por una fractura. Se accidentó en moto el 28 de octubre del 2016, en el bulevar El Caminero, zona 6 de Mixco, cuando se dirigía a su trabajo.

Juan Luis Jiménez, tiene adormecido el lado derecho de su cuerpo.(Prensa Libre: Álvaro Interiano)

“Estaba frente al semáforo y cuando arranqué el bus me cerró el paso y me caí, desde ese momento ya no sentí nada hasta después de 16 días. De lo que sí estoy seguro es que el casco me salvó la vida”.

Añadió: ”Esto me sirve de lección para no correr y saber que tengo una nueva oportunidad”.

Golpe le dañó el oído

Para Isabel Ixpatá Girón, de 41 años, salir a caminar no es sano y confortable, pues el viento le provoca sordera y dolor en el oído derecho, el cual le quedó lesionado desde que salió expulsada de una moto, el 29 de noviembre del 2016. El accidente fue en  la 1a. avenida y 6a. calle de la zona 1.

Isabel viajaba como acompañante en una moto que colisionó con otra a gran velocidad. Su esposo conducía y sí llevaba casco protector y resultó con golpes leves, al igual que la otra persona involucrada.

Por el golpe en la cabeza, Isabel tiene daños en el tímpano. Los médicos le han dicho que su caso ya no tiene cura y que necesita un dispositivo para escuchar.

Por ahora también se apoya en un bastón para caminar, mientras se recupera de una fractura en el pie derecho, que le ha causado dificultades para cuidar a su hijo de 3 años.

Secuelas 

De una lesión de cráneo no siempre se recupera del todo, según Óscar Palma, médico del Seguro Social, pues el paciente  puede presentar meses después situación de síndrome postraumático, que causa dolor de cabeza, náuseas y vómitos, síntomas que pueden durar hasta seis meses. En otros casos, el afectado padece lagunas mentales, no reconoce a familiares o no se desempeña bien en su trabajo.

“Al hacer fuerza la extremidad lesionada se fatiga, les comienza a doler y deben parar, eso ya les causa problemas en su labores”, refiere Palma.
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