“Feliz Día Mamá”, decía una pequeña tarjeta acompañada de una gerbera y una galleta que Esteban Guerrero, de 23 años, quiso tener como gesto con las madres que viven en la Liga Nacional contra el Cáncer.
“Yo tengo a mi mamá y mi abuelita, ellas me han dado el ejemplo. Mi abuelita vino desde Huehuetenango a vender helados”, dice Guerrero al hablar sobre qué lo motivó a tener ese detalle.
“Me pregunté ¿qué pasa con aquellas señoras que están en los hospitales? entonces encargué 300 gerberas”, cuenta Guerrero.
Esteban logró comprar las flores con un dinero que tenía ahorrado y alcanzó para galletas y materiales para las tarjetas.
¿Por qué en la Liga contra el Cáncer? El lugar es familiar para Esteban porque en una ocasión fue evaluado en el Instituto de Cancerología -Incán- por un quiste en la muñeca que resultó ser benigno.
Entonces Esteban quiso este año ir a la Liga contra el Cáncer para darles la gerbera y palabras de cariño a las madres que estaban ahí en busca de sanación.
“A pesar de que tengan enfermedades, ellas nunca se van a olvidar de ser mamás”, expresa Esteban para agradecer el amor hacia los hijos.
El joven es embajador de la Paz y egresado de Comunicación en la Universidad Mariano Gálvez. Actualmente trabaja en una de las secretarías del Ejecutivo y en sus tiempos libres es voluntario en el Hogar Marina Guirola, zona 2 capitalina.