Nicolás Maduro
Electo en abril de 2013 para suceder a su mentor Hugo Chavez, quien falleció en marzo de ese año, el presidente Maduro encara una fuerte presión nacional e internacional por la escasez de alimentos y medicinas, agravada por la caída de los precios del petroleo.
El mandatario socialista, un exconductor de bus de 54 años, cuenta con el apoyo de las instituciones del Estado, menos el Parlamento, controlado por la oposición desde enero de 2016.
Henrique Capriles
Capriles es el gobernador del estado de Miranda (norte) y en las presidenciales del 2013 fue derrotado por Maduro por un estrecho margen de 1.5 puntos porcentuales. Este abogado de 44 años es la cara más visible de los esfuerzos de la oposición para reemplazar el Gobierno y lidera las protestas.
Pero no podría ser candidato en una eventual elección presidencial luego de que fuera inhabilitado -a inicios de abril- para aspirar a cargos públicos por 15 años por supuestas irregularidades en su gestión.
Capriles ha llamado a Maduro dictador y “esperpento”, mientras que el mandatario acusa al opositor de “golpista”, “terrorista” e incluso con el insulto homofóbico “Capriloca”.
Vladimir Padrino
Encabezada por el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, la Fuerza Armada reafirmó su “lealtad incondicional” a Maduro, mientras la oposición la exhortó a ser “leal” a la Constitución y a no “reprimir” sus marchas.
Las manifestaciones opositoras terminan por lo general en violentos enfrentamientos con las fuerzas del orden y ya dejan 28 muertos.
El analista político Benigno Alarcón dijo que Maduro “compró la lealtad” de los jefes militares entregándoles enorme poder político y económico.
Luis Almagro
Gobiernos aliados de izquierda, como Cuba y Bolivia, apoyan a Maduro en foros internacionales, mientras que Estados Unidos y países latinoamericanos, como Argentina, Brasil, Colombia y México, manifiestan su preocupación por la democracia del país petrolero.
La voz más crítica fuera de las fronteras venezolanas es el uruguayo Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), que tacha a Maduro de “dictador” y ha pedido la aplicación de sanciones a su gobierno.
El Consejo Permanente de la OEA aprobó convocar una reunión -aún sin fecha- de cancilleres para debatir la crisis, lo que motivó que Venezuela anunciara su retiro del foro.
Acreedores
A pesar de la crisis, Venezuela ha cumplido con sus compromisos internacionales de deuda con acreedores como China y Rusia.
Cualquier acuerdo para obtener créditos de inversionistas extranjeros, incluidos contratos de petróleo, deben ser aprobados por el Legislativo de mayoría opositora, sin embargo, el máximo tribunal considera que la Asamblea está en “desacato” y sus decisiones son “nulas”.
Además, la corte decidió que el Gobierno puede conformar empresas mixtas de hidrocarburos sin autorización de la cámara.
La estatal rusa Rosneft “no parece preocupada sobre los cuestionamientos de legalidad de la oposición para rechazar nuevos préstamos”, dijeron analistas de la consultora Eurasia en una nota el 6 de abril. “Lo último parece preocupar a los chinos”, añadieron.