La falta de empleo no permitió que García estudiara, por lo que decidió migrar a Estados Unidos, donde se capacitó como entrenador de perros policías K-9.
“Cuando llegué aquí empecé a trabajar y a estudiar. Es difícil, pero siempre tuve en la mente que podría ser algo en esta vida y poner en alto el nombre de Guatemala. Entonces empecé mi carrera como entrenador de perros policías, gracias a mis grandes maestros que me motivaron y siempre confiaron en mí, y de esa manera empecé a escalar, hasta llegar en un nivel bastante alto”, explica.
Yac se graduó de Dog treaning, con la capacidad de adiestrar perros en detección de narcóticos y explosivos, así como en ataque y patrullaje.
También entrena perros guardianes particulares y ha logrado su segundo objetivo: apoyar en la economía de su familia.
Quiere aportar su experiencia
García Yac señala que el día que decida regresar al país tiene el sueño de ofrecer su experiencia como entrenador canino en las fuerzas de seguridad.
“Me he identificado con los animales. Ellos son inofensivos. Trato de darles amor y ellos me entienden. El refrán dice que el mejor amigo del hombre es el perro, pero yo diría que es algo más. Habemos personas que nos enamoramos de los animales y cada vez que vemos que los maltratan nuestros sentimientos van más allá. Ellos tienen un sexto sentido porque ayudan al hombre en rescates y otras diligencias”, refiere.
El migrante exhorta a no maltratar a los animales. “Aquí soy conocido como el encantador de perros y seguiré trabajando con ellos”, asegura.
Empecé mi carrera como entrenador de perros policías, gracias a mis grandes maestros que me motivaron y siempre confiaron en mí, y de esa manera empecé a escalar, hasta llegar en un nivel bastante alto.
Actualmente trabaja en Security Solutions & Training Academy (Seal), en Houston, Texas.
Imparte clases a policías y les enseña a ver al perro como un arma, pues los agentes y oficiales deben saber en qué momento actuar en coordinación con el animal.
Relata que entrena perros en inglés, alemán, holandés, checo, francés, español y k’iche’, su lengua materna.
García Yac considera que lo suyo es un don, pues se debe conocer a los animales y mantener armonía con ellos.
Felices por su hijo
Los padres de García Yac cuentan que su hijo, segundo de nueve, intentó trabajar en su pueblo, haciendo bordados, pero no fue rentable, por eso decidió irse a EE. UU.
El padre señala que su hijo solo estudió hasta cuarto de primaria y tenían miedo de que se fuera, más porque lo devolvieron dos veces, pero en la tercera ocasión consiguió llegar.
Añade el padre que se siente feliz de que su hijo haya logrado su objetivo de obtener una profesión.
Aportan al desarrollo
Vecinos de Santa Lucía Utatlán, recuerdan a García Yac y les preocupa la situación que se vive en Estados Unidos, como lo expresó Marcela Saso, residente del lugar.
“Los guatemaltecos que se encuentran en ese país siempre han aportado para el desarrollo de Guatemala. Es un claro ejemplo el René (García). Esperamos que siga dando frutos en su trabajo, porque lo que tiene él es un don y sabiduría, que el gobierno debe reconocer”, resaltó.
Eduardo Yac, líder comunitario de ese municipio, expresó: “Nos sentimos orgullosos de los paisanos que ponen en alto el nombre de Guatemala. Siempre hemos demostrado que somos capaces de hacer las cosas. No sabíamos el trabajo de él, pero al saber lo que hace nos deja impresionados y le pedimos que no se olvide de su tierra natal”.