El saltador estrenó el casillero de medallas para Gran Bretaña en los Juegos de Pekín de hace nueve años, cuando fue segundo en salto de altura tras el ruso Andrey Silnov.
Mason representó a su país natal en sus inicios -ganó el bronce en los mundiales de pista cubierta de 2004 en Budapest-, pero decidió empezar a competir bajo bandera británica, el país de su padre, David, en 2006.