Partiendo de reconocer las limitaciones de la cobertura de la red de salud pública, pero, además, de la importancia de atender de manera óptima a la niños y niñas, el presidente de la Asociación Guatemalteca de Instituciones de Seguros (AGIS), Christian Nockl, asegura que la industria de seguros estaría preparada y dispuesta a ofrecer este servicio, en una economía que actualmente genera más de Q7 Q1 mil 700 millones en primas de salud.
¿Cómo ven la intención de contratar servicios privados de salud para estudiantes?
Aquí tenemos que separar dos cosas: primero la infraestructura que existe para poder dar el servicio de atención médica y otra es el fondeo, es decir, la cobertura financiera para poder darle el respaldo a ese seguro. Entonces, en términos de disponibilidad del mercado asegurador, en términos financieros está preparado para afrontar un proyecto de ese tamaño, de esa envergadura, lo que tendríamos que ver es cómo establecer las necesidades de cada uno de los municipios y ver si hay infraestructura que pueda brindar los servicios médicos, porque es diferente tener la infraestructura de servicios médicos y poder pagarlos.
Ya ha prestar servicios al Estado ¿cómo ha sido la experiencia?
En años anteriores ha habido de parte del Ministerio de Educación otros programas similares, aunque no tan grandes como este. Por ejemplo, habían unos maestros que no estaban bajo el régimen asalariado y se llamaban Pronade (Programa Nacional de Educación), pues ese fue uno de los experimentos que en su momento se tomó como un seguro privado, porque los maestros quedaban bajo ese proceso y no tenían derecho a la Seguridad Social, entonces, en su momento los directores vieron una alternativa en el seguro privado y el proyecto funcionó muy bien (…) ya ha habido similares programas y el de Pronade estaba en lugares de difícil acceso, no tenían escuelas formales y de alguna manera, si funcionó en aquel momento, es altamente probable que un esquema como este pudiera llegar a funcionar.
¿También trabajan con colegios?
Sí, hay licitaciones de ese tipo y también todos o la gran mayoría de centros estudiantiles privados solicitan un seguro de accidente de estudiantes que cubren los padres todos los años. Es una dinámica común y ha llegado al sector público. Creo que la necesidad que el Ministerio de Educación o el gobierno está viendo en estos casos es que estas personas muchas veces son hijos de padres que no tienen derecho a seguridad social por estar en la economía informal, pero estos niños necesitan una atención adecuada en salud para continuar con sus estudios y entonces Guatemala empiece a cambiar desde sus cimientos.
¿Podría considerarse una cobertura mixta?
También hay una alta probabilidad que a la seguridad social pudiera interesarle este proyecto y tratar de hacer algo al respecto, que pudiera ser algo que no fuera exclusivamente privado, sino también ver a la seguridad social para dar algunas alternativas, ya sea con el sector privado en conjunto o no. Es un proyecto muy grande, que va a llevar un proceso de crecimiento, por pasos, escalonado, hasta llegar a lo que realmente se visualiza.
Se habla de atender a 2.5 millones de estudiantes ¿rebasa eso su capacidad?
El mercado asegurador general produce cerca de Q7 mil millones de primas —contratos—, aquí hablamos de Q180 millones, vemos que no es ni el 5% del total de las primas, hablamos de un 2% de lo que hoy se produce. Si solo lo vemos en el tema de salud, estamos hablando de Q1 mil 700 millones, siempre sigue siendo un proyecto bastante interesante, pero no estamos hablando de algo que duplique o triplique el mercado asegurador, es un mercado grande pero viable de atender por la parte privada.
¿Es decir que sí tienen la capacidad?
En las partes operativas sí se necesitará una evaluación, porque realmente poder atender a dos millones y medio de estudiantes todos los días puede llevar a retos operativos que van a generar plazas de trabajo y tendría un efecto positivo también para la economía, le daría oportunidades laborales a otras personas. Habría apertura del mercado asegurador para buscar alternativas y solventar lo que el gobierno está visualizando en ese aspecto.
Contratar servicios privados de salud puede entenderse como una privatización ¿les preocupa este extremo?
Entiendo el concepto o palabra privatización, puede sonar de cierta manera no agradable para todas las personas, no obstante, en el caso de los seguros, recordemos que una persona que cuenta con un seguro privado normalmente va a optar a una atención médica privada y con eso se ayuda a descargar al sector público, es decir, los seguros privados vienen a quitarle carga a la red de salud pública para que esta pueda atender a mayor cantidad de personas. Hoy en día hemos visto que las colas que hay que hacer, los escases de medicamentos y muchas demoras que son importantes para las personas que requieren cierto tipo de cuidados.
¿Es decir que la gente está más satisfecha con un servicio de salud privado que público?
No tengo un estudio que muestre cuál es la comparación de satisfacción de un sector y otro, lo que puedo comentar es que conocemos la satisfacción -de los clientes- y cada vez hay más personas buscando un seguro privado, no vemos una migración del sector privado al público.
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