El valle del Polochic se encuentra a 460 kilómetros de la ciudad de Guatemala. Lo integran los municipios de El Estor, en el departamento de Izabal, y los municipios de Senahú, Panzós, La Tinta, Tucurú y Tamahú, en el departamento de Alta Verapaz. Las tierras en el valle se consideran muy fértiles. Hay cultivos como la palma de aceite, hule, maíz, arroz, caña de azúcar y pastos para ganadería. También convergen en el área intereses madereros, conservacionistas, mineros e hidroeléctricos. Cuando el Gobierno de Guatemala presente el nuevo censo poblacional, sabremos con precisión cuántos habitantes hay en el valle.

Durante muchos años, el valle del Polochic ha carecido de presencia de instituciones de seguridad del Estado. Es un lugar donde la conflictividad ha sido noticia continuamente a través del tiempo. Los inversionistas en el valle han gestionado a través de los gremios a los que pertenecen para que el gobierno de turno visualice la necesidad de tener en el área presencia de más escuelas y más servicios de salud pública, más infraestructura de carreteras, energía, etc., y presencia de instituciones de fuerza pública para el resguardo del área. Desafortunadamente, no se ha logrado el objetivo y eso ha dado lugar a que reine el caos en el valle. Eso es injusto para quienes arriesgan invirtiendo lícitamente, generando empleo y movimiento económico local.

Se ha informado por los medios de comunicación y redes sociales de la alta presencia de narcotráfico y ahora, después del asesinato de tres soldados que cumplían con su labor, con la aprobación del estado de Sitio por el Congreso de la República, el 7 de septiembre, al Organismo Ejecutivo, se han reportado que existen en el área y municipios vecinos plantaciones de marihuana, arbustos de coca y narcolaboratorios.

Toca apoyar al gobierno de Guatemala, ya que es necesario un trabajo profundo en el área. Al terminar esa labor definida por el Organismo Ejecutivo, con acompañamiento de otros órganos de control e instituciones autónomas, se debe organizar la presencia permanente de fuerzas de seguridad en el valle, como respaldo a los pobladores, a los que invierten, a los que trabajan y a los gobiernos locales. Es importante que en la discusión del Presupuesto 2020 se incorporen espacios presupuestarios para esos fines.

Guatemala es el país número uno en la producción por hectárea de aceite crudo de palma. El valle del Polochic contribuye importantemente a ese resultado. Existen dos plantas de beneficio de aceite de palma –inversión muy importante—. Había más de cinco mil hectáreas de caña de azúcar y un ingenio azucarero, pero por las invasiones a fincas productivas los propietarios optaron por mudar el ingenio a otro país. La ganadería tiene producción eficiente, pero también tiene problemas de invasiones. Es un valle fértil con tierras arables.

Juntos, los empleadores, los pequeños emprendedores, los comunitarios, la autoridad local y gobierno central podrán ponerse de acuerdo para desarrollar esa área y así mostrar al resto del país y al mundo que en un lugar con vocación agrícola se puede generar riqueza y elevar importantemente el nivel de vida de los ciudadanos.

La semana pasada participé en un conversatorio con los ministros designados de Agricultura, de Economía y de Finanzas. Mencioné que con el próximo gobierno podríamos trabajar conjuntamente un modelo de desarrollo sostenible en el valle del Polochic, desarrollando cadenas de valor en agricultura y pecuaria. También es importante el apoyo a otro giro de inversiones lícitas, brindándoles los apoyos necesarios para que puedan trabajar en paz y a la vez contribuyan a la prosperidad del lugar.

Hagamos del Polochic y del bello Lago de Izabal un lugar ejemplar.