Sin embargo, el avance de la tecnología también ha dado lugar al sedentarismo, pues los niños se mantienen inactivos, sentados frente a pantallas y esto tiene repercusiones negativas en su salud. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es necesario que realicen más actividad física e inviertan menos tiempo en los dispositivos móviles.
Asimismo, el sedentarismo da lugar a la obesidad infantil, el cual es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI, según la OMS. ‘Los niños obesos tienden a seguir obesos en la edad adulta y están propensos a padecer enfermedades no transmisibles como la diabetes’. La médica Fiona Bull, directora del programa de Vigilancia y Prevención Poblacionales de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, dice que aumentar la vida física ‘garantiza un sueño de calidad para los niños pequeños mejorará su salud física y mental y su bienestar’.
Los beneficios del baile
Realizar ejercicio físico es importante en la salud de los niños y les permite desarrollar distintas habilidades y capacidades como el seguimiento de instrucciones y la creación de hábitos, lo cual puede influir positivamente en el ámbito académico. De acuerdo con Rocío Marroquín, directora de la academia de teatro musical, Stage, el ejercicio debe realizarse por lo menos una hora todos los días, debido a los beneficios que da a nivel físico y mental.
Asimismo, las habilidades físicas son importantes para el desarrollo de habilidades motoras, dice Jennifer Asturias, psicóloga clínica y directora del Centro de Desarrollo Integral ‘Krecer’. Por ello, explica, los programas educativos incluyen una clase de deportes y los tiempos de recreación, pues ‘ayuda a tener una mejor locomoción, permite el contacto con el aire libre, trabajar en equipo, canalizar la adrenalina y mejorar su estado emocional, entre otras ventajas.
Desarrollo de la memoria y la atención
Entre las actividades físicas recomendadas para los niños está el baile, el cual, al aprender las coreografías, estimula la memoria y la atención; ‘consiste en un proceso cerebral visual, auditivo y rítmico; en pacientes con déficit de atención, se recomienda que lo practiquen como una actividad terapéutica disfrazada de diversión’, explica Asturias.
‘He tenido alumnos con déficit de aprendizaje y, cuando entran a bailar, desarrollan cambios totales en clase’, expresa Marroquín, quien explica que esto se debe a que, al mantener a los niños activos mentalmente, prestan mayor atención a los pasos y esto se vuelve un hábito.
Seguimiento de instrucciones y autoestima
Esta actividad, además de diversión, los niños deben estar pendientes de los pasos de las coreografías para poder realizarlas, así que desarrollan su capacidad de seguimiento de instrucciones y esto influye positivamente en su rendimiento académico, die Marroquín.
De igual forma, se trata de expresarse a través de su cuerpo y, además de seguir las reglas establecidas en clase, disfrutan de la música, que es un lenguaje universal. ‘Al ejecutar una coreografía y tener logros, desarrollan su autoestima y capacidad de autorreconocimiento’, explica Asturias.
Sociabilidad e imaginación
Es importante que las personas, desde la niñez, aprendan a sociabilizar, pues ‘así es como funciona el sistema’, dice la psicóloga Asturias. Al estar en grupo, seguir instrucciones y poco a poco lograr hacer los pasos al mismo tiempo, los niños desarrollan una afinidad, así como la unidad para trabajar en equipo y tener logros en conjunto. ‘Los niños tienen la oportunidad de desarrollarse y compartir algo saludable; con su cuerpo desarrollan la imaginación al expresarse con los movimientos’, agrega.
Ejercicio físico y sueño
Los beneficios también son físicos, ya que los niños, con el baile, desarrollan la psicomotricidad, estimulan la circulación de la sangre y el sistema respiratorio. En relación con el problema de la obesidad infantil, favorece la eliminación de las grasas, menciona Asturias.
En cuanto a otros aspectos físicos, los niños ganan elasticidad, ‘contribuye a corregir posturas de columna, se desarrollan los músculos y mejoran los reflejos, así como la expresión corporal’, agrega Marroquín.
El baile como una actividad física para sus hijos
Es importante que sus hijos tengan actividades que les permita desarrollarse físicamente, así como mejorar otras capacidades que les ayudan a desenvolverse mejor en lo académico. El baile es una actividad divertida que despierta las capacidades en los niños.
‘En ocasiones, los padres no nos damos cuenta de que volvemos sedentarios a nuestros hijos y esto, con el transcurso del tiempo, hace que la mente también se vuelva sedentaria, lo cual provoca que envejezcamos con mayor rapidez’, explica Marroquín. El baile es una actividad divertida que favorece a los niños en su autoestima y motivación.
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