Escenario

Abel Pintos: Soy un tipo que regresa a sus raíces

Cantante y compositor argentino de folclore y pop latino, Abel Pintos comenzó su carrera a los siete años. 25 años después recorre América Latina para promocionar su onceavo álbum, <em>11, </em>y compartir su pasión por la música.

Abel Pintos es un cantautor argentino. Su carrera comenzó a los cinco años en un coro de niños. (Foto Prensa Libre: Anna Lucía Ibarra).

Abel Pintos es un cantautor argentino. Su carrera comenzó a los cinco años en un coro de niños. (Foto Prensa Libre: Anna Lucía Ibarra).

Fuiste descubierto en un recital del colegio, ¿cómo conseguiste un recital solo para ti en el colegio?

A los once años decidí comenzar a hacer música y por ser niño no tenía lugar donde hacer conciertos. En locales nocturnos no podía porque era niño, en los festivales no me recibían porque era un niño y pensaban que hacía en broma o jugando. Entonces el primer lugar que se me ocurrió para hacer conciertos fue el colegio. Le pedí a la directora del colegio que cada vez que hubiera una fecha patria y hubiese que hacer un acto, que me dejara representar a mi curso. Y mi curso estaba encantado porque ya no tenían que aprenderse obras de teatro y yo me aseguraba cinco o seis conciertos al año. Y en uno de esos conciertos, cuando empezaron a ir a ver mi recital además del acto patrio es cuando empezaron a invitarme a festivales y radios.

¿A qué edad decidiste dedicarte a la música?

A los siete años empecé a cantar en un coro. Me gustaba mucho cantar porque desde los 5 o 6 años soy amante de la música de Mercedes Sosa. Y ella me conmovía a tal punto que yo pensé “si soy tan feliz escuchándola, tengo que ser feliz haciendo lo que ella hace”. Mi familia no tenía recursos para enviarme a estudiar música, pero encontramos en mi ciudad un coro de niños de gratis. Hice dos años allí, que era muy activo. Viajábamos mucho, cada fin de semana tenía conciertos en distintos contextos. Y esos dos años me sirvieron para darme cuenta de toda la responsabilidad del canto. Y que me hacía bien como ser humano y me ayudaba a expresarme, entonces a los 11 años decidí que quería dedicar mi vida a hacer eso. https://www.youtube.com/embed/PcjILDwbqcA

¿Qué aprendiste en esos primeros años que fueron indispensables para tu carrera?

La parte educativa o la parte responsable. Empecé a estudiar a estudiar canto desde niño, en el coro me dieron una referencia, pero a los 13 años empecé a estudiar formalmente con distintos profesores y técnicas. Hace ya 16 años que estudio constantemente. En una forma fue un aprendizaje muy importante porque la parte teórica o formal del canto, te permite tener una serie de herramientas para que tengas un canto más libre y puedas hacer todo lo que quieras con ese canto sin lastimarte. Hoy disfruto mucho de lo que hago gracias a tener una formación.

En 2014 hiciste un concierto en el Estadio Único de la cuidad de La Plata, ¿cómo fue esa experiencia?

Fue muy conmovedora porque era mi primera vez en un estadio de futbol haciendo un concierto. Hacía muchos años que mi convocatoria iba creciendo cada vez más y hacía muchos años que tocaba en lugares muy grandes. Tocar en un estadio te plantea un concepto de espectáculo muy distinto a un aforo cerrado, por más grande que sea el aforo. Son conceptos distintos de recital, y nunca habíamos experimentado realizar un concierto de estadio. Lo hicimos y fue una experiencia hermosa, el público lo disfruto mucho y yo también. Sobre todo porque logramos que aunque fuera mucha gente estábamos cerca, como estamos en un teatro. Todo el mundo estaba cerca y yo podía sentir la vibración del público.

Tienes 11 álbumes, ¿hay alguno que sea más especial para ti?

Sí, Sentidos del 2004. Es el primer disco como autor y compositor. Hasta ese momento había editado tres álbumes y llevaba ya cerca de 10 o 12 años de carrea solo como interprete porque hacía música folclórica. En argentina se acostumbra hacer covers del repertorio clásico del folklor. En el cuarto álbum empecé a escribir mis canciones y allí fue donde mi música se empezó a diversificar en los géneros. Por eso es un disco especial para mí.

El más reciente se llama 11. ¿Cómo fue el proceso de realización?

Lo hicimos en un año, en dos etapas. La primera fue en Madrid bajo la dirección de Leiva, una estrella de la música en España. Y la segunda etapa la hicimos en Londres bajo la producción de Martín Terefe. Son dos productores con los que hacía mucho tiempo tenía ganas de trabajar, y pude darme el gusto. Es el primer álbum que realizo fuera de mi país. Entonces fue una experiencia muy conmovedora a nivel artístico y a nivel emocional.

¿Tienes una canción favorita de este álbum?

Es difícil porque cada canción es una pieza fundamental para el mensaje global que yo quiero compartir. Mariposa es una canción que tiene un brillo particular. La letra y la música son de mis favoritas, pero sobre todo que en el disco más ambicioso de mi carrera, en cuanto a la producción, esta canción me da una lección muy importante. Es una canción que la grabamos a guitarra y voz, en una sola toma y probablemente en las peores condiciones técnicas de todo el proceso del disco. Y sin embargo es una canción que brilla en el álbum. Después de cinco canciones de gran producción música vienen esta canción tan minimalista que da un descanso sonoro. Y ese descanso también resulta ser un descanso emocional y de alguna forma reinicia el álbum. Escuchas el resto del álbum con otra energía.  Al final se convierte en algo especial. Y yo soy un tipo así, que regresa constantemente a sus raíces y al punto más simple al que pueda regresar, me identifica mucho.

¿Qué eres hoy que no eras hace 20 años?

Nada verdaderamente importante se modificó. El motivo por el que hacia música hace 21 años es el mismo motivo por el que hago música hoy. Las cosas que cambiaron son estructurales, superficiales, logísticas de alguna manera, pero no esenciales. Yo tenía mucho pelo, ahora ya no lo tengo, pero eso no interesa en lo que hago.

A los 19 años sentiste la influencia de la música centroamericana, ¿quiénes eran los artistas que te influenciaron?

Fundamentalmente Rubén Blades, que llega a mi vida a los 15 años. Cuando yo escucho el primer disco de él, era un disco que lo hacía en compañía del grupo Editus de Costa Rica y con ellos me encontré con Malpaís entonces allí hubo algo de la música de Centroamérica. Y también cuando tenía 15 años Carlos Vives tuvo mucho éxito con su canción Fruta fresca, entonces recibí el Groove. Comencé a investigar, no logré mucho en mis investigaciones, recién ahora que estoy empezando a viajar estoy recibiendo más data. Y luego también me sucedió con Marc Anthony, que es uno de mis cantantes favoritos, lo conocí con la canción No hay nadie como ella, Luego Héctor Lavoe y Celia Cruz. 

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