La presidencia de facto de Ríos Montt fue una de las etapas más sangrientas de la guerra civil de Guatemala. Bajo su régimen, el Ejército llevó a cabo una política de verdadero exterminio contra los indígenas.
El exdictador es acusado de haber impulsado el exterminio del pueblo maya-ixil y asesinar a 1 mil 771 personas de ese grupo étnico al considerarlo un bastión de apoyo a la guerrilla durante el conflicto armado entre 1960 y 1996.
Defensores de las víctimas de la guerra interna sostienen que el general en situación de retiro debe asumir la responsabilidad por sus actos a pesar de su avanzada edad.
“La edad no debe de ser un impedimento en este caso para poderle someter a la justicia por los aberrantes hechos cometidos durante su mandato” , declaró el coordinador del Centro Internacional de Investigaciones de Derechos Humanos (Ciidh) , Jorge Santos.
El activista expresó que “más que conmemorar” el cumpleaños de Ríos Montt, los guatemaltecos “deben recordar una historia plagada de delitos de violencia, autoritarismo y dictadura que produjo muerte, tortura, desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales en masa” .
Exdictador con salud quebrantada
Por el contrario, el defensor del militar retirado consideró que su cliente, con su salud debilitada, debe beneficiarse de una amnistía.
“Él (Ríos Montt) se encuentra delicado de salud (…). Lo que pasa es que el tiempo no pasa por gusto pero primero Dios se recupera pronto” , declaró Francisco Palomo, abogado del exdictador.
Una infección por un tratamiento en la columna vertebral mantiene al “general” con “el cuerpo debilitado” por la constante aplicación de “antibióticos muy fuertes vía intravenosa” , agregó el jurista, quien aseguró que a pesar de la alta medicación su cliente mantiene “buen estado de ánimo” .
El íntimo asesor legal de Ríos Montt mantiene la esperanza que la justicia guatemalteca le otorgue al exdictador una amnistía concedida a militares e insurgentes en 1986, aplicable a los delitos cometidos durante la guerra a partir de 1982.
“Lo que estamos esperando es que resuelvan el tema de la amnistía, que eso sí le daría libertad absoluta” , refirió Palomo.
A la par de la petición de amnistía, Ríos Montt enfrentará un nuevo juicio por genocidio el 5 de enero de 2015, luego de que la Corte de Constitucionalidad, la máxima instancia judicial del país, anulara una sentencia de 80 años de prisión por ese delito dictada en 2013 por un tribunal nacional.
Un mes antes del cumpleaños número 88 del exdictador, el Congreso guatemalteco aprobó una declaración institucional que, aunque sin efecto legal, niega que se haya cometido genocidio durante la guerra civil en Guatemala, provocando el rechazo de grupos humanitarios.
La propuesta, que inicialmente llama a la reconciliación y la paz, 17 años después del fin del conflicto armado, fue presentada por el diputado Luis Pérez, quien ganó una curul por el partido fundado por Ríos Montt, el Frente Republicano Guatemalteco.
Casi de inmediato, grupos de derechos humanos y la ONU adversaron la resolución y advirtieron que violaba la independencia de poderes y favorecía la impunidad.
El régimen de Ríos Montt (marzo de 1982-agosto de 1983) fue uno de los más cruentos de los 36 años de guerra civil que sufrió Guatemala y que en total dejaron unos 200 mil muertos o desaparecidos, según un informe de la ONU.