El PSG llegó al Camp Nou tras haber ganado 4-0 en la ida, pero recibió seis goles, tres de ellos en los últimos siete minutos, y quedó eliminado en los octavos de final de la Champions.
Los franceses reclamaron un penal del argentino Javier Mascherano, del Barcelona, a su compatriota Ángel di María cuando el marcador era de 3-1 y protestaron el penal sobre el uruguayo Luis Suárez que supuso el 5-1 en los primeros instantes del descuento.
Al Khelaifi apuntó al colegiado alemán Deniz Aytekin, al que también se le reclamó un penal de Mascherano por mano en la primera mitad.
Según avanza la competición, hay mucho en juego y los árbitros tienen que estar preparados, señaló el presidente del PSG. “No puede haber lugar para el nerviosismo o para una evidente falta de lucidez”, dijo.
“Todo el mundo ha visto el penal a Di María que nos habría permitido ponernos 3-2 y acabar probablemente con el partido. Por no hablar de penal a Suárez al final del partido”.