Según el comunicado, la rebaja de Guatemala y la perspectiva estable refleja los siguientes controladores de calificación:
Guatemala no ha sido capaz de avanzar lo suficiente para mejorar sustancialmente sus perspectivas de crecimiento, ampliar su base de ingresos y mejorar su flexibilidad fiscal. Como resultado, la posición relativa de Guatemala en la categoría ‘BB’ se ha erosionado en los últimos años.
Guatemala, dice el comunicado, tiene la base de ingresos más estrecho en la categoría ‘BB’. Una reforma fiscal, que originalmente tenía la intención de elevar al 1% del PIB en ingresos adicionales en 2013 tuvo un impacto en silencio en la recaudación de impuestos debido a las deducciones, obstáculos administrativos en las aduanas y resoluciones judiciales en contra de cumplimiento tributario, capacidad recaudatoria débil y limitar el proceso presupuestariode flexibilidad de la política fiscal, la tolerancia de la deuda y la capacidad de las autoridades para hacer frente a demandas sociales, reducir las brechas de infraestructura y emprender reformas que fomenten el crecimiento.
Según la agencia, el recimiento promedio de cinco años de Guatemala del 2.8% va a la zaga la mediana de ‘BB’ del 3.7% en 2013.
Fitch también hace referencia al alto nivel de delincuencia, bajo nivel de ahorro e inversión y baja intermediación financiera. Además cita que el perfil crediticio de Guatemala se ve limitada por una débil gobernanza y los indicadores de desarrollo humano, un sistema de partidos fragmentado, legislativo dividido y períodos prolongados de estancamiento en el Congreso.
La perspectiva estable de Guatemala se basa en las expectativas de Fitch de que el país mantendrá la estabilidad macroeconómica y financiera y el déficit fiscal se mantendrá relativamente moderado, además de que se espera que los precios al consumidor se mantengan dentro de la meta de 3% a 5% en 2014-2015.
La agencia refiere que los principales factores de riesgo que, individual o colectivamente, podrían desencadenar una acción de calificación son:
Positivo:
Mejoras sostenidas en la recaudación fiscal y el proceso presupuestario que resulta en una mayor política fiscal.
Mayor tasa de inversión y las perspectivas de crecimiento económico.
Progresos en materia de gobernanza y los indicadores de desarrollo humano.
Negativo:
Las políticas que conduzcan a la inestabilidad macroeconómica o de un marcado deterioro de las cuentas fiscales; reducción de materiales en las reservas internacionales y las fuentes externas de financiación.
La escalada de la delincuencia y el conflicto social que afectaría severamente la inversión y las perspectivas de crecimiento.